La industria de los juegos de azar no para de crecer en todo el mundo y Latinoamérica no es una excepción. México es el tercer país latinoamericano donde más está creciendo, sólo por detrás de Colombia y Argentina. Ante esto podría parecer que México está preparado para controlar este crecimiento exponencial, pero nada más lejos de la realidad.
Aunque el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos data de 2004 y fue reformada por última vez en 2012, la Ley Federal de Juegos y Sorteos en sí misma fue publicada en 1947, lo que convierte a los Estados Unidos Mexicanos en una de las naciones más desactualizadas al respecto.
Esta situación tan inusual no beneficia a ninguna de las partes. Los usuarios se sienten menos protegidos, el gobierno no dispone de las suficientes medidas de control por falta de regulación y los operadores legales reclaman un marco regulatorio sólido para combatir aquellos operadores que realicen malas praxis y supongan una competencia desleal. Es por ello por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha empezado a dar pasos en este sentido y ha rechazado expeditar nuevas licencias hasta nuevo aviso. En los Estados Mexicanos sólo existen 37 permisionarios licenciados, y aunque se ha cortado el acceso a nuevos actores, las salas autorizadas a los permisionarios ya existentes podrán continuar con su proceso de apertura.
La Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta estima que la industria del casino representa más de un 0.5% del producto interior bruto del país. Se trata de una cifra nada desdeñable con todo el potencial para multiplicarse a corto plazo. Son muchos los operadores internacionales que se mantienen a la espera de invertir en la industria del juego mexicana. El principal obstáculo hoy en día reside en la falta de regulación específica para muchos factores del juego en general y del juego en internet en lo particular.
La seguridad es otro de los factores que preocupan, y mucho, tanto a autoridades como a usuarios. En los últimos años se ha venido asociando a los casinos con actividades delictivas como el narcotráfico y el lavado de dinero. La revisión caso por caso de los casi 400 establecimientos de juego en México, es otro de los principales retos a los que se enfrenta la administración de López Obrador.
El cambio de paradigma desde el juego presencial hacia el juego en línea también evidencia que una ley promulgada a finales de los años 40 no está preparada para las necesidades de una sociedad que ha cambiado abismalmente, tanto a nivel tecnológico como a nivel costumbrista. Los datos reflejan una clara preferencia de las generaciones más jóvenes a aproximarse a la industria del juego a través de internet. Es por ello por lo que una nueva ley que haga especial énfasis en las particularidades del juego en línea es más necesaria que nunca.
Por suerte, que la ley esté anticuada no significa que el exista un caos regulatorio. De hecho, con sus defectos, los controles sobre el juego en línea en México han avanzado mucho durante la última década. La Secretaría de Gobernación – la autoridad competente en la materia – a través de la Dirección General de Juegos y Sorteos se ha encargado de identificar aquellas páginas web que operan bajo la ley y los reglamentos federales y deben cumplir los requisitos de juego seguro y responsable para con sus usuarios. En sitios como NetBet Ruleta es claramente visible el logotipo de la Segob y es fácil consultar sus políticas y medidas de consumo responsable. Sin duda una información vital que cualquier usuario debe buscar a la hora de ingresar en un casino virtual.