Francisco Gómez Maza
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Los riquísimos empresarios, mexicanos y extranjeros, que realizan negocios en México, están muy inciertos ante el eventual mal comportamiento de las variables económicas del presente año y del 2021.
Los trabajadores ni saben. Lo que ellos preferirían es que no los corrieran sus patrones, so pretexto del Covid-19, y quedaran sin calzones y a medio arroyo.
No lo dicen en la encuesta que levanta periódicamente el Banco de México, pero los poderosos cayeron doblegados ante el poderío de un diminuto bichito, que ha matado, hasta ahorita, a unas 46,000 personas en el mundo, al momento de terminar de redactar este despacho.
Inflación, Producto Interno Bruto y tipo de cambio, aparte de otras variables, les dan gran dolor de cabeza a los grandes de este mundo.
Los ricardos no esperan buen trato de estos factores de la economía, según los resultados de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, levantada por el Banco de México en marzo de este año. Los otros, la fuerza de trabajo, no tiene tiempo de estar contabilizando los efectos de la mala economía que les tocó vivir, que no enderezan ni con las limosnitas que les da López Obrador.
La encuesta apenas fue distribuida por el instituto bancario central este miércoles 1 de abril. Muy rápido. Siempre es levantada entre economistas de 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero. La creme de la creme.
El mencionado ejercicio de consulta sobre las expectativas de los grandes empresarios revela un alto grado de inseguridad frente al comportamiento de la inflación, el producto interno bruto y el tipo de cambio peso-dólar, que no levantarán vuelo en este 2020 ni en el 2021.
Sin embargo, un dato importantísimo. Curiosamente, en el reporte, en su redacción, el impacto de la pandemia del coronavirus-Covid-19 en la marcha de la economía y de sus variables no se menciona. Pero imagino que fue tomado en cuenta por los encuestados. Consultamos a funcionarios cercanos a la gubernatura del instituto bancario central, y nos dijeron que las respuestas de esta encuesta fueron recibidas por Banxico entre el 24 y 27 de marzo, por lo que “reflejan la información disponible para los analistas hasta ese momento, así como sus consideraciones y expectativas más recientes respecto de los posibles impactos de dicha pandemia”.
Los impactos del confinamiento en que estamos viviendo todos en los momentos más álgidos e inciertos de la pandemia, cuando estamos a punto de que las autoridades sanitarias declaren que ya entramos en la Fase 3, porque los contagiados han empezado a incrementarse exponencialmente, son demoledores. Se ven a simple vista. Como los creyentes ven a Dios en la luz eléctrica.
Así que las expectativas empresariales que se muestran en la encuesta pueden quedarse cortas, pues indudablemente la economía, si estaba creciendo 0.5 por ciento, es de esperarse que, al finalizar este año, cierre creciendo negativamente. O sea, por debajo de cero. ¿Cuánto? Imposible calcularlo, aunque la mayoría de los analistas privados empleen bolas de cristal para profetizar, como lo hacen los “videntes” televisivos o yutubers. Algunos hasta afirman que podría ser “-1.5”. Como para alimentar el hambre de las agencias de riesgo país.
Sea lo que fuere, que la economía va hasta colapsar es muy posible. Ojalá no fuera a ocurrir una gran tragedia económica en el mundo. Pero todo indica que el Covid-19 es tan perverso que, además de asesinar a miles, se va a ensañar con la economía del capitalismo (en Estados Unidos esperan, para los días inmediatos, que la cifra de muertes llegue a 200,000) y con las economías otrora centralmente planificadas. Posiblemente, a pesar de haber sido el punto de arranque de la Pandemia, con sus 3,200 muertes aproximadamente, la República Popular de China sea la única economía que salga inclusive fortalecida.
Así que, independientemente de que las expectativas de los economistas de la empresa particular mexicana, no sean optimistas de por sí, menos lo serán si toman en cuenta los estragos terribles que va a disparar la enfermedad del Covid-19. Pero los más afectados serán los trabajadores.
En cuanto al entorno económico y los factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico, además de la pandemia, las respuestas de los analistas consultados por el Banco de México consideran que, a nivel general, los principales factores se asocian con las condiciones externas (46%), las condiciones económicas internas (23%) y la gobernanza (22%). A nivel particular, los principales factores son la debilidad del mercado externo y la economía mundial (30% de las respuestas); la incertidumbre sobre la situación económica interna (14% de las respuestas); la incertidumbre política interna (11% de las respuestas); la inestabilidad financiera internacional (9% de las respuestas), y los problemas de inseguridad pública (7% de las respuestas).
Todo esto es por lo que toca a la economía de los triunfadores. Si ésta está portándose mal, de acuerdo con los economistas encuestados por el banco central, imagine usted cómo se portará mal, pero muy mal, con los perdedores, la inmensa mayoría de la gente, millones de los cuales viven al día y comen cuando hay. Pero esta pandemia ya cambió a todo el mundo. Lo que intenta trasformar López Obrador ya lo cambió este virus invisible, que nadie sabe de dónde, de qué laboratorio, de que animal, de que… salió…