Dependía del humor del inconstante Felipe Calderón.
Lo acercaba y consentía, a veces. Otras, lo alejaba e, incluso lo vituperaba.
Perdió mucho con él cuando se divorció de su primera esposa, pues contravenía al credo católico que ambos dicen profesar.
Pero recuperó terreno cuando le prometió al ocupante de Los Pinos que Miguel Ángel Yunes se haría de la gubernatura de Veracruz, derrotando al priísta Javier Duarte.
Y como perdió, lo volvió a alejar…
César Nava es el personaje. Saltó a la palestra cuando, con Vicente Fox, ocupó la dirección jurídica de Pemex. Luego, Calderón lo sacó de ahí, pero no para ascenderlo sino para hacerlo, otra vez, director jurídico, sólo que ahora de la Secretaría de Energía que el michoacano encabezó brevemente. Luego lo hizo secretario particular de la Presidencia. Y más adelante, dirigente nacional del PAN, desde donde impulsó la candidatura del veracruzano quien, convenencieramente, recién se había convertido del priísmo al panismo.
Eran los días felices en los cuales Yunes Linares recibía el empujón del propio Calderón para que aquél hundiera la cara en el merengue de un pastel, agradecido –a su modo– con él por el buen trato que daba a sus subalternos. César Nava, por ejemplo, utilizaba a placer el avión oficial del ISSSTE no sólo para sus tareas partidistas, incluso para viajes particulares.
En política, decían los viejos políticos, “la amistad se sublima con complicidad”.
Y Yunes y Nava fueron no sólo amigos, incluso cómplices.
Juntos hicieron no pocas “travesuras” que, para desgracia de los mexicanos, gravitaron sobre el erario.
Y es que, por ejemplo, ¿ya sabrán las actuales autoridades quién pagó el departamento de más de 20 millones de pesos que, para su nuevo matrimonio, posee Nava en la capitalina avenida –la más cara de Polanco– Rubén Darío? ¿Conocerán que, junto con un ostentoso viaje de “luna de miel”, fue en realidad pagado por Yunes Linares?
¿Y la escasez de medicamentos?, ’apá.
¿Y las decenas de contratos transexenales?
UNIÓN QUE PERDURA
César Nava y Miguel Ángel Yunes siguen unidos. Ahora, a ambos, los ata el escándalo que suele darse cuando se conocen actos de corrupción.
Nava está en la picota, y demandado por “conspiración criminal” ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York. Su acusador es Petróleos Mexicanos.
Según esto, en su papel de director jurídico de Pemex, Nava impidió que la paraestatal mexicana recibiera 102.8 millones de dólares en compensación por las violaciones en el contrato por parte del Consorcio Conproca, integrado por las empresas alemana Siemens y la coreana SK, a la que se contrató para la reconfiguración de la refinería de Cadereyta.
Yunes Linares, por su parte, ha sido evidenciado, una vez más, por sus ligas con los mafiosos mexicanos, también en una Corte estadounidense, misma donde recién fue condenado Francisco “Pancho” Colorado Cessa, por lavado de dinero de “Los Zetas”, a pagar una condena de dos décadas de prisión.
En el juicio salió a relucir su nombre, lo mismo que en publicaciones donde se muestra que usó el avión de ese personaje para transportar a dirigentes panistas a eventos de su fallida campaña electoral. Y si se escarba, resultará en que Colorado también pudo haber sido su mecenas. En la naturaleza de Yunes está el porqué.
Nava y Yunes. Yunes y Nava. Unidos hasta en el escándalo, vale reiterar.
La proximidad de ambos con Felipe Calderón es indudable. Con todo y altibajos, dado el carácter –y a consecuencia de lo que se metía– quien ocupó militarmente Los Pinos.
Es la corrupta y fallida Administración de Calderón la que verdaderamente está a juicio. Dos de sus alfiles, unidos, están en la picota… ¿y sin castigo?
Índice Flamígero: Pocos lo saben, pero quien también estuvo metido en la “fiesta” de los millones de dólares que, por instrucciones de Nava, Pemex no cobró a los coreanos es Eduardo Romero Ramos, a la sazón secretario de la (dis)Función Pública panista. Lo increíble es que Romero Ramos, al menos hasta hace unos meses llevaba ese caso representando a la empresa petrolera, cobrando muy altos estipendios, por supuesto. ¿Estará él tras la denuncia a su correligionario Nava?
–oiga don Paco, y no sera tiempo ya de q nos regresen al chinito lle-gon? q suelte bien la sopa, xq con los desaseos de las enpanizdas pf,pgr,etc, es tiempo de saber a ciencia cierta aquello del copelas o cuello y luego el envio de los dolarucos a L.A ???. o no senador lozano?