* El futuro de la elección está en el comportamiento de la chachalaca. Aclaro: hoy el Poder Ejecutivo es guiado por el mismo canon que definieron Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Quien se tercia la banda presidencia al pecho, encarna la imagen y el papel asignado a ese escandaloso animal
Gregorio Ortega Molina
¿Dónde poner los ojos y los oídos de aquí al seis de junio? Lo importante y trascendente será observar, con detenimiento, la manera de conducirse del Poder Ejecutivo durante la actual contienda. El comportamiento presidencial puede intervenir en los resultados, a menos de que la mayoría de los electores hayan recuperado la razón y la autonomía de juicio para definir su futuro.
En lo personal desconfío de Lorenzo Córdova. Carece de la inteligencia de Arnaldo, no llena los zapatos heredados, por lo cual será necesario apuntalarlo con los argumentos legales a la mano, porque el árbitro electoral equivale a lo que en deportes es el VAR. La obligación del TEPJF es apuntalarlo, ninguno de los dos tiene la opción de equivocarse ni dejarse presionar. Sobre el futuro de México está en juego el de sus hijos y nietos.
El comportamiento de la secretaria de la Gobernación me resulta incomprensible. La vi actuar de cerca durante el tiempo que trabajé en el Poder Judicial de la Federación. Imposible que alguien le hiciera sombra, no lo toleraba. Los que nunca vestimos toga fuimos inexistentes para ella. Nunca ve lo que no está a su altura.
¿Cómo, entonces, ahora se deja mangonear, y ha permitido que reduzcan las funciones del cargo a una mera simulación de poder político? Ella misma ha reconocido que en las reuniones de gabinete la relegan. Es secreto a voces que su patrón le llama la atención de manera poco educada. Ella resiste porque cuida de sus otros intereses, los familiares. El resultado electoral la tiene sin cuidado, desaparecerá cuando en el escenario deje de ser requerida.
Mario Delgado se cuece aparte. Es peón en el juego de ajedrez de las pugnas internas por heredar el poder. Se comporta como un perro guardián, sin importar ridículo ni lesiones a la democracia ni a su propio futuro. Él sabe que lo que suceda entre el hoy y el seis de junio será anécdota, pues todo está sujeto al resultado, y la manera en que lo defiendan, o reviertan si les es adverso.
El equipo que maneja a Delgado en el contexto que refiere Porfirio Muñoz Ledo, sabe que todo se jugará en el periodo poselectoral, en las impugnaciones y en la manera en que el TEPJF responda a los compromisos adquiridos con el Poder Ejecutivo. Lo demás les resulta intrascendente.
De cualquier manera, el futuro de la elección está en el comportamiento de la chachalaca. Aclaro: hoy el Poder Ejecutivo es guiado por el mismo canon que definieron Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Quien se tercia la banda presidencia al pecho, encarna la imagen y el papel de ese escandaloso animal.
Continuarán fieles a la tradición, y ni siquiera el amargo recuerdo de Vicente Fox los desviará de su proyecto. Consolidar el poder con mayores atribuciones que las obtenidas por el Maximato, para durar otros setenta años. La (re)elección de junio se definirá en el poselectoral.
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