La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Para juzgar, la Historia lleva registro
Un viejo, y sabio, maestro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, solía decir que el éxito del PRI se basaba en su capacidad para cooptar a los adversarios.
Justamente en dicha universidad, surgió un movimiento de protesta contra las reformas que buscaba impulsar el, en aquel tiempo, rector Jorge Carpizo McGregor, agrupados liderazgos de varias escuelas, se autodenominaron Consejo Estudiantil Universitario.
Era el año de 1987 y la compañera Claudia Sheinbaum Pardo, estudiaba en la Facultad de Ciencias. Así pues, junto con Imanol Ordorica, representó, ante la Asamblea General, a aquella comunidad.
Por su naturaleza, la rebelión estudiantil era contestataria, no había posibilidad de negociación, los umbrales no existían, la única razón a defender era mantener el estado de cosas, sobre todo, en lo relativo a las cuotas de inscripción y el pase automático.
Hasta la fecha, el CEU es un referente histórico para comprender los cambios que se han logrado en México a través de la lucha democrática.
Pero volviendo al tricolor y sus habilidades para reclutar opositores diremos que, ahora, travestido como MORENA, ha logrado atrapar en sus redes a la otrora rebelde, con causa, doctora Sheinbaum.
En efecto, al más puro estilo del tragar sapos sin hacer gestos, la jefa de Gobierno acepta todo tipo de imposiciones con tal de agradar a su patrón e, incluso, busca mimetizarse con él. Sus gobernados no importan, lo que vale es obtener el visto bueno para el 2024.
No sería extraño suponer que, en imaginario diálogo con don Ruy, el campechano le espete: cosas veredes amigo. El ímpetu de la juventud quedó atrás.