* El presidente Andrés Manuel está absolutamente consciente de que la armonía del grupo, de la masa que lo respalda, le impide manipular a sus valedores, por lo cual la confrontación diaria es la fuerza de su poder político
* Claro que son iguales, tan idénticos como sus hijines José Ramón y Emilio. Nada hay que iguale más que la educación dada a los hijos
Gregorio Ortega Molina
¿Hay alguien equiparable a Liz Vilchis? ¿Cuándo, un valedor hace de su patiño cera y pabilo? El sketch, como toda fórmula de entretenimiento, tiene sus normas, porque si sale de madre se convierte en confrontación abierta con el destinatario, de allí que el presidente de la República pontificara en defensa de su vocera de los miércoles: “No sabrá leer, pero no es mentirosa”.
La señorita Vilchis se prestó al más peligroso de los diálogos de la parodia política: desmentir sin poder sostenerse en el dicho, o mentir sin asideras ajenas a las de la voz presidencial, equivalente al tono musical de la flauta de Hamelin. Lo impostura deben comprarla todos; además, es imposible considerarla con tal, porque de lo contrario te carga la tía de las muchachas.
Al presidente de México no ha de preocuparle ese pendiente -el desmentido, pues es dueño de sus propios y muy particulares datos- sino otro, y definitivo, porque le quita el sueño: ese fracaso que le impide conversar con Morfeo, pero que depende del resultado de cada una de sus declaraciones, de todas sus imposturas, del número de muertes debido a la pandemia y a la falta de previsión para adquirir medicamentos y vacunas. El lamento de los deudos debe enfriarle los pies, que no se le calientan ni con VickVaporub.
“Palillo” estaba dispuesto a pagar la multa, pero no a dar con sus huesos en la cárcel. Es la diferencia entre el cómico y el político.
Leo en las crónicas de prensa: “En agosto pasado Vilchis afirmó que una nota de Reforma sobre el aumento en la tarifa del servicio Doméstico de Alto Consumo (DAC) no era mentira, pero que estaba inflada, como se expresa en el argot periodístico, de lo que surgió una de sus frases célebres: No es falso, pero se exagera”.
Esta aseveración de miss Vilchis, me conduce a otra de José Ortega y Gasset en La rebelión de las masas: “Convivir con el enemigo! ¡Gobernar con la oposición! ¿No empieza a ser ya incompatible semejante ternura? Nada acusa con mayor claridad la fisonomía del presente como el hecho de que vayan siendo tan pocos los países donde existe la oposición. En casi todos, una masa homogénea pesa sobre el Poder público y aplasta, aniquila todo grupo opositor. La masa -¿quién lo diría al ver su aspecto compacto y multitudinario?- no desea la convivencia con lo que no es ella. Odia a muerte lo que no es ella”.
Es aquí donde percibimos la enorme diferencia entre el sketch político del Tívoli y el que se desarrolla en las mañaneras. “Palillo” siempre supo que, sin la armonía y unidad del público para escuchar sus chistes, perdería la presencia necesaria para tener éxito.
Por el contrario, el presidente Andrés Manuel está absolutamente consciente de que la armonía del grupo, de la masa que lo respalda, le impide manipular a sus valedores, por lo cual la confrontación diaria es la fuerza de su poder político.
===000===
Sostiene el presidente de México que ellos, sus vástagos, su familia entera, su grupo político, su heredad moral e histórica, son diferentes a los del pasado. No son iguales.
Es posible que tenga razón… ¿cómo serían iguales, si los del pasado no se daban golpes de pecho, disfrazaban sus discursos de falsa moral, eran incluyentes y no confrontaban de a gratis? ¿Cómo serían iguales si a los del pasado no los descubría el rubor, porque cumplieron sus compromisos con tirios y troyanos, y por eso lo ayudaron a hacerse con el poder, restándole a Ricardo Anaya credibilidad y sufragios? ¿No es eso corrupción moral, política, cívica? Imposible saber lo que acordaron y cómo.
Claro que son iguales, lo de Quirino Ordaz se lo copiaron a Salinas con la embajada de México en Ecuador para Ignacio Castillo Mena.
¿No es traidor? ¿Dónde dejó a su valedor político local por muchos años, Porfirio Muñoz Ledo? ¿Se hizo incómodo?
¿Por qué Andrés Manuel no aclaró dónde están los contratos que tiene con México el propietario de la casa de la que disfruta su hijo? ¿Por qué asevera que la del billete verde es la esposa de José Ramón? ¿Lo convierte eso en un mantenido?
Son tan iguales que comete idéntica falta a la que cometió Emilio Lozoya Thalmann al educar a su hijín Emilín… todo les solapan, todo berrinche les tapan.
Son algo más que iguales.
Ahora, si está seguro que interponga denuncias por difamación y en contra de la honorabilidad presidencial. ¿Quién tiene la carga de la prueba?
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio