LOS CAPITALES
Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Nadie puede negar la importancia de rescatar de la ineficiencia y corrupción a Petróleos Mexicanos, la empresa de gobierno más endeudada, pero al mismo tiempo dentro del propio gobierno se hace todo para que Pemex siga con sus ineficiencias y corrupción. Es toda una historia de incongruencia que vale la pena analizar, pero que de antemano les advierto que no hay una respuesta congruente. Va la historia:
Durante 2020, la Secretaria de Hacienda entonces a cargo de Arturo Herrera y hoy en manos del secretario Rogelio Ramírez, recibió instrucción de Presidencia de México para consolidar compras de dependencias del gobierno federal a fin de promover una libre competencia entre proveedores y obtener ahorros para las finanzas de la 4T. Una de las grandes iniciativas fue la consolidación de la compra de diesel y gasolina para las 42 dependencias federales, incluidas las 22 secretarias de estado y demás organismos centrales de la administración pública en México. Los 71,400 vehículos de estas 42 dependencias consumen 260 millones de litros de combustible anualmente, lo que se traduce en un monto anual de más de $ 5,620 Millones de pesos.
En 2020, la SHCP llevó a cabo una licitación abierta en la que participaron los principales actores del sector de proveedores de combustible, entre ellos Toka de los hermanos Villanueva, Broxel de Gustavo Gutierrez, Edenred de Andrea Keller, Si Vale de Gerardo Yépez, Hidrosina de los hermanos Karam y Efectivale de Pedro De la Peña. Después de una competida licitación, Edenred obtuvo el contrato para dar tarjetas Ticket Car a los más de 71 mil vehículos a nivel federal durante 2020 y 2021 y con ello dar acceso a las más de 14,500 estaciones de gasolina que existen a nivel nacional para poder cargar combustible en las gasolineras BP, Pemex, G500, Exxon, Total, Shell, Gulf, Oxxo Gas, Arco, Gulf y franquicias Pemex entre otras.
Datos obtenidos de Edenred muestran que las estaciones propias de Pemex surten apenas el 24% de los $ 5,620 millones de pesos anuales consumidos por los vehículos del gobierno federal; mientras que el restante 76% se consume entre las 14 marcas y franquicias restantes.
El 25 de noviembre de 2021, sin previo anuncio, y ante la sorpresa de todos los participantes en el negocio de combustible en México, la Oficialía Mayor de la SHCP a cargo de Thalia Concepcion Lagunas adjudicó a Pemex de Octavio Romero Oropeza, y de manera directa, sin licitación, la contratación consolidada del “Servicio de suministro de combustible para vehículos automotores terrestres en territorio nacional para el ejercicio fiscal 2022 por un monto anual de $ 5,823 Millones de pesos”.
Pemex Transformación Industrial bajo la dirección de Jorge Luis Basaldúa Ramos, quien fungió como Director de Capital Humano de la CDMX en tiempos de Miguel Ángel Mancera; estaría a cargo de implementar el programa a partir del mes de enero 2022 y con ello el servicio hasta entonces otorgado por Edenred quedaría suspendido. A pesar del cuestionamiento de los participantes del sector, Thalia Lagunas, Oficial Mayor no dio justificación ni explicación alguna para otorgar una asignación directa, misma que contraviene la actual política de gobierno de no otorgar contrataciones directas que promueven corrupción e ineficiencia.
Esta asignación directa a Pemex deja fuera de la jugada a las 14 distintas marcas de gasolineras en el país, tanto nacionales como extranjeras, en donde se habría consumido en 2020 y 2021 el 76% del combustible utilizado por el gobierno federal y reafirmando así el monopolio de Pemex en gasolina y diesel.
Hoy a mediados del mes de marzo del 2022, la implementación del programa que debía implementar Pemex Transformación de Basaldúa Ramos ha probado ser un absoluto y total fracaso a causa de la incompetencia administrativa y falta de capacidad tecnológica en Pemex Transformación Industrial. A fin de no suspender el suministro de combustible y mantener en operación la flota federal, se otorgó una extensión del contrato al proveedor Edenred, de Andrea Keller, mismo que se amplió posteriormente al mes de febrero, posteriormente a marzo y ahora nuevamente por el mes de Abril.
Entrevistados los operadores de las estaciones de Pemex, esto se explica debido a que no se han suministrado las tarjetas para pago, además a que las pruebas que se han hecho para el sistema de autorización y pagos de los consumos no han funcionado y los controles operativos que proveía Edenred para el correcto control asignado a cada vehículo en particular simplemente no existen en la solución de Pemex. La oficina de comunicación de Basaldúa no solo ha negado lo anterior sino además anticipa que se espera sean otorgadas otras asignaciones directas para Pemex, ahora a nivel estatal y municipal, dado que la gestión y administración de combustible a cargo de Pemex “garantiza la soberanía nacional”.
Una vez más, el subsidio, la incapacidad tecnológica y mala oferta de servicio de Pemex queda patente. La pregunta sigue abierta: ¿Por qué la 4T se obstina en rescatar a todo precio a la empresa más endeudada del país al tiempo que contraviene su discurso de promover una competencia económica abierta entre los participantes nacionales y extranjeros del sector energético en México?
Una pregunta que no tiene respuesta.
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