Seguro estoy que usted ya escuchó la cantaleta durante toditito el anterior sexenio federal: el crimen organizado se ha tornado más violento, por el avance del gobierno en su contra.
Y bien dice el gran periodista Carlos Ferreyra: esas no son paradojas, son parajodas.
Esa parajoda está de nuevo en el escaparate. La limpiaron y hasta pulieron en la Secretaría de Gobernación –luego de que los calderonistas la enlodaron hasta el cansancio–, pues su titular, el hidalguense Miguel Osorio Chong, recién la sacó a relucir al tiempo que afirmaba que el ataque del lunes realizado por un grupo armado contra habitantes del municipio de Los Reyes, Michoacán, que dejó a cinco personas muertas, es “una respuesta al avance que han tenido el gobierno federal y estatal en contra del crimen”.
Y no, no es paradoja. Es, claro, parajoda.
Vamos para adelante, pues, ¡porque metimos la reversa!
Tal es la filosofía gubernamental. No importa qué partido se haya encaramado al poder. Igual da si lo que priva es el “haiga sido como haiga sido” o el “compromiso cumplido”. Es lo mismo. Avanzamos porque vamos para atrás. Y atrás. Y atrás. Es una especie de condena.
¿Sucede igual con la economía?
Muy previsiblemente sí. Por tal, que a nadie extrañe si un buen día, voceros de la SHCP y Banco de México, imbuidos de los mismos principios filosóficos que rigen el ámbito de la seguridad pública, bien pudieran salir a decirnos que la caída en las expectativas de crecimiento económico para nuestro país en este 2013 –el banco suizo UBS acaba de bajarlas de 3.2% a sólo 2.5%, y así prácticamente todas las instancias financieras mundiales–, obedece a lo bien que esas dos dependencias han operado en materia de captación fiscal y orientación del gasto público.
Esto es, que avanzamos al precipicio de la estanflación, porque los encargados de las áreas financieras y económicas están trabajando muy pero muy bien.
Y así, claro, en todos los ámbitos gubernamentales.
Caminamos como el cangrejo mientras nuestros políticos se desgañitan al hacernos creer que avanzamos, que progresamos, lo cual sólo se observa en un puñado –los altos burócratas incluidos– que cada día aumenta su bienestar frente a una población indefensa
Porque tan bien lo están haciendo los priístas que recién regresaron al poder que, ¡bravo!, el país se les está deshaciendo en sus tiernas manos.
“MEDIOCRIDAD DE UNOS DEMÓCRATAS”
Hace casi cuatro años, el politólogo Sabino Bastidas escribía en El País, con respecto al inicio del segundo tercio del fallido sexenio calderonista, certeras palabras que, literalmente, caen hoy como anillo al dedo al todavía nuevo gobierno peñista:
“México arranca esta segunda mitad del sexenio de Calderón francamente muy estropeado: Con un crecimiento negativo, según el Banco de México, de 10,3% del PIB en el segundo trimestre del año; con una tasa de desempleo abierto, según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), de 6,12% en el mes de julio, que agrega 431.000 personas más al paro, consolidando la tasa de desempleo abierto más alta de los últimos trece años; con nuevas cifras de pobres que alcanzan un incremento de cinco millones de mexicanos más a la pobreza extrema, que es la pobreza alimentaria, la cifra pasó de 13,8% a 18,2%, y la cifra total de pobres en México, ascendió de 42,6% a 47,4% de la población total.
“A esos problemas se suma por supuesto la caída en la recaudación y en los ingresos fiscales, una reducción en las remesas que mandan los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, la caída en la producción y en los precios internacionales del petróleo, una de las peores sequías de los últimos años, una guerra muy violenta contra el narcotráfico y, por si fuera poco, el riesgo de un rebrote de la epidemia de influenza en el próximo invierno.
“Este apretado resumen de calamidades exige tomar decisiones. Es el entorno económico y social más preocupante que se ha vivido en México en décadas, y constituye un recuento de malas noticias, que conforma quizá el escenario límite posible, para que la clase política, todavía en democracia, sea capaz de ponerse de acuerdo y tomar decisiones.
“En México debemos preguntarnos: ¿Cuánto tiempo resiste una democracia la mediocridad de sus demócratas?…”
¿Cuánto tiempo les damos?
Índice Flamígero: Buscan los opositores al PRI que, ante la ausencia del gobernador Fausto Vallejo por enfermedad, se convoque a elecciones. ¿Se imagina usted en qué caos terminaría ese estado que Calderón convirtió en fallido?
pero cabria preguntar que parte de Mexico calderon no convirtio en fallido
cuando todo el a sido fallido