Redacción MX Político.- Ser desalojado puede tener un impacto significativo en la salud de una persona, según una nueva investigación.
En los condados de EE. UU. donde las tasas de desalojo fueron elevadas, las tasas de mortalidad fueron más altas por todas las causas, especialmente si esas áreas albergaban una mayor proporción de residentes negros y mujeres.
El autor del estudio, el Dr. Andrew Sumarsono, profesor asistente de medicina interna en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas, dijo que este estudio fue el primero en evaluar e identificar un vínculo entre los desalojos del condado y las tasas de mortalidad.
«La vivienda asequible y estable es un problema de salud pública. Si le preocupa dónde va a vivir la próxima semana, preocuparse por su salud puede convertirse fácilmente en una prioridad menor», dijo Sumarsono en un comunicado de prensa del centro. «Las políticas que aumentan las viviendas asequibles y protegen contra los eventos de la vida que conducen a la inestabilidad de la vivienda podrían traducirse en mejores resultados de salud».
Para estudiar esto, los investigadores analizaron tanto las tasas de desalojo como las muertes en casi 700 condados de EE. UU. utilizando datos de 2016.
En los condados donde la proporción de mujeres estaba por encima de la mediana (lo que significa que la mitad tenía menos, la mitad más), las tasas de mortalidad eran cinco veces más altas que en los condados con una menor proporción de mujeres.
Aunque las tasas de mortalidad en áreas con una mayor proporción de residentes negros también fueron más altas, solo el 2% de los que participaron en el estudio eran negros, por lo que los hallazgos pueden ser limitados, dijeron los investigadores. Los datos del condado cubrieron alrededor de una cuarta parte de los Estados Unidos.
Los vínculos aún existían incluso después de tener en cuenta la edad, el sexo y la raza, así como factores de salud como la diabetes, la presión arterial alta y la enfermedad renal.
Los investigadores dijeron que esto refuerza la conexión entre la vivienda y la salud.
Anteriormente se había demostrado que las tasas de desalojo provocan estrés, mala salud materna y fetal y otros resultados adversos para la salud. La inestabilidad de la vivienda se considera un importante determinante social de la salud.
El aumento de las tasas de desalojo en las últimas dos décadas ha afectado especialmente a las minorías y a las mujeres.
Durante la pandemia de COVID-19, una moratoria federal sobre los desalojos ayudó a proteger a los inquilinos que perdieron sus trabajos.
«A medida que persistan las diferencias de riqueza en los EE. UU., la inseguridad de la vivienda seguirá siendo un determinante social crítico de la salud», dijo la Dra. Utibe Essien, investigadora colaboradora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. «Nuestros hallazgos muestran cuán urgente es desarrollar políticas que fortalezcan el acceso a la vivienda y reduzcan las prácticas punitivas de desalojo».
Los hallazgos fueron publicados recientemente en el Journal of General Internal Medicine.
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