Joel Hernández Santiago
En su Mañanera del 29 de diciembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció que el 2 de enero enviará una carta al presidente de EUA, Joe Biden en la que le planteará algunos puntos que quiere tratar durante la 11 Cumbre de Líderes de Norteamérica.
Esto es: Los jefes de Estado de los tres países miembro del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos de América y Canadá se reunirán del 9 al 11 de enero en la Ciudad de México, como parte de la Cumbre anual de los Líderes de América del Norte.
La misiva que enviaría el mandatario mexicano –dice él- propone tratar temas de interés para su gobierno como son: “Una mayor integración de Norteamérica en lo económico y lo comercial, la búsqueda de la autosuficiencia regional en distintos rubros y mayor desarrollo para el continente.
“Un plan de desarrollo para América Latina y el Caribe, que sería parecido a la Alianza para el Progreso impulsada por John F. Kennedy. ‘No se ha hecho nada parecido en 50 años. ¿Cómo vamos a enfrentar el fenómeno migratorio si abandonamos el desarrollo en los países de América Latina y el Caribe?’, dijo López Obrador.
“Que ya no haya intervencionismo, que cambie la política” y que “todos los países de América, incluidos Estados Unidos y Canadá, nos tratemos como aliados y que haya respeto a nuestra soberanía”.
Este adelanto de agenda muestra el interés latinoamericano de AMLO, expone también su frecuente interés por encabezar un liderazgo en la región por el que insiste en una integración de países del sur. Y, por supuesto, el respeto a la soberanía de cada nación, en un claro mensaje al gobierno de los Estados Unidos al que con frecuencia acusa de intervencionista.
Nadamás que se da el caso de que en esta ocasión la Cumbre se llevará en medio de un ambiente de acusaciones soterradas o expuestas entre los países integrantes de América del Norte.
En el caso de Canadá parece que la relación entre los países es tersa, aunque también tiene sus bemoles, como es el caso de la cercanía del gobierno canadiense y el de Estados Unidos frente al gobierno mexicano.
EUA en una clara confrontación con el presidente mexicano quien, como se ha dicho, ha insistido en la política intervencionista de Estados Unidos en América Latina, como ocurrió luego de la visita el 16 de diciembre de Lisa Kenna, embajadora de EUA, a la presidente Dina Boluarte del Perú, a la que el mexicano calificó de ‘antidiplomática y acto de prepotencia’, mientras que apoya a Pedro Castillo quien es acusado de diversos cargos en su país y quien está detenido sujeto a proceso.
Con Canadá el gobierno mexicano ha tenido algunos roces, como es el caso de las mineras en territorio mexicano con capital canadiense; el tema de la controversia con México en materia energética.
Esto es, el 29 de noviembre se llevó a cabo una reunión bilateral entre los sectores comerciales de Canadá y EUA para revisar bajo el T-MEC la política energética impulsada por el gobierno del presidente de México, ya que consideran que continúa su amenaza a las inversiones estadounidenses y canadienses. Lo que fue un reclamo permanente durante 2022.
Pero con Estados Unidos la relación entre ambos gobiernos navega entre el lado de la diplomacia estadounidense pero también bajo sus presiones estratégicas. Al momento EUA ha contenido en sus reclamos públicos al gobierno mexicano por el tema de la reforma eléctrica, por el tema migratorio, por el del narcotráfico, el crimen organizado –que según ellos pone en peligro a sus inversiones en México, su estrategia de seguridad nacional en América Latina…
Pero por el lado mexicano no han parado las puyas, las acusaciones, los reclamos y el gran interés del presidente mexicano de involucrar sobre todo a países como Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Cuba… en esa integración latinoamericana de la que formaría parte Canadá y EUA bajo el esquema del reclamo y la acusación.
Entre el gobierno mexicano y el de EUA hay rispidez. No hay una buena relación. Y los abrazos y besos que se dan frente a cámaras de todo el mundo no contienen la realidad de ese vínculo. Hay pendientes varios reclamos de EUA a México. Lcos hay del lado mexicano sobre todo en asuntos absolutamente ideologizados como el de la soberanía, la libertad latinoamericana…
Como quiera que sea esta 11 Cumbre Latinoamericana promete un documento conjunto de propuestas, de aspiraciones, de menciones a la integración norteamericana en base a la amistad, el respeto, la cordialidad y el siempre arreglo de controversias. Así ha sido siempre durante las Cumbres de este tenor. Pero la realidad va por otro lado.
Las desavenencias se discuten a puerta cerrada y de forma bilateral. Es donde se dicen las verdades y se llevan a cabo reclamos y advertencias. Y es de donde salen luego los hechos concretos de los que deberemos estar atentos porque son estos los que en parte la relación entre los tres países. Sobre todo la de México con EUA tan deteriorara en el momento.
Lo importante es que México actúe de forma pragmática en beneficio de la economía, la seguridad nacional, el respeto a los acuerdos del TMEC y sobre todo en beneficio de los mexicanos, su seguridad y su estabilidad económica y comercial.
Como también pensar siempre en los mexicanos que viven en Estados Unidos y de los que el gobierno mexicano presume las enormes remesas, las que nivelan el valor del peso al convertirse de dólares a moneda nacional, pero que allá, quienes las generan, prácticamente se tienen que avenir solos y su alma. Y eso no se vale, de ninguna manera.
… Este punto es importante y sí debe tratarse en la Cumbre, de forma vigorosa, como cada uno de los temas reales, concretos, vitales: no acusaciones en tono ideologizado.