Para orgullo de México y reconocimiento a nuestra milenaria memoria histórica e inagotable patrimonio cultural tangible e intangible, somos uno de los países con mayor numero de sitios que conforman la lista de patrimonio mundial o de la humanidad por la UNESCO, acrónimo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Los sitios mexicanos son treinta y cinco, mismos que dan cuenta de la diversidad que caracteriza a México, no en vano nuestras categorías se dividen según la propia clasificación de la UNESCO en patrimonio cultural, natural o mixto, este ultimo representa la unión de los dos primeros, por ejemplo como patrimonio cultural se cuentan los centros históricos de la Ciudad de México, Zacatecas o Morelia.
Como patrimonio natural tenemos a la reserva de Sian Ka´an en Quintana Roo o el santuario de las Ballenas de El Vizcaíno en Baja California Sur y como patrimonio mixto la imponente zona arqueológica de Calakmul junto con la selva que la rodea en Campeche o el valle de Tehuacan-Cuicatlán, donde se domesticó al maíz, en la cálida región que comparten los estados de Puebla y Oaxaca.
La más reciente designación, se dio en el 2021, cuando se unió el soberbio conjunto de la catedral de San Francisco en Tlaxcala, donde destacan la sobria pero hermosa fachada, el techo artesonado y la capilla abierta, ambos de marcada influencia mudéjar que dan cuenta no solo de un sitio fundamental en la historia de la nación que surgió tras la caída de Tenochtitlán, no en vano ahí están la primera pila y pulpito de tierra firme americana, sino también de uno de los conjuntos catedralicios más bellos de México. En la pila fueron bautizados los señores tlaxcaltecas, teniendo como padrinos a los capitanes de Cortés, en el bellísimo pulpito de alabastro a su vez reza una sencilla pero certera inscripción: Aquí comenzó el evangelio en el Nuevo Mundo
San Francisco en Tlaxcala se ha unido a la relación de monasterios del siglo XVI, ubicados en las faldas del Popocatépetl y que engrosan esta orgullosa lista mexicana. Los Monasterios son: el mencionado San Francisco, tres en Puebla y once en Morelos y es justo aquí donde surge la historia de dos rutas abandonadas.
El Estado de Morelos es la segunda entidad de menor extensión geográfica en México, solo antes de Tlaxcala, fue parte del poderoso Estado de México, durante la guerra contra la intervención y el segundo imperio, el presidente Juárez decretó que el actual territorio morelense fuera el Tercer Distrito Militar, estos distritos fueron creados para organizar la defensa del país en esos momentos difíciles. La república triunfó en 1867 y dos años después el 17 de abril de 1869, Juárez decretó de nueva cuenta, que el Tercer Distrito Militar se convirtiera en una entidad federativa y que llevara el nombre del Generalísimo Morelos, ese mismo año, en enero Don Benito también ordenó la creación del Estado de Hidalgo, que fue nombrado en honor del padre de la patria.
En el caso de Morelos, la naciente entidad se debatió en decidir cual de sus dos principales poblaciones sería la capital estatal, si la heroica Cuautla, escenario de la gesta bélica más importante de la guerra de independencia y bastión de los influyentes hacendados azucareros o la centenaria Cuernavaca, otrora cabecera del poderoso Marquesado del Valle de Oaxaca, al final se impuso la segunda y comenzó una era de bonanza en la que Morelos fue uno de los principales productores de azúcar del mundo, lo cual solo se interrumpió con la furia de la revolución del sur que estalló en marzo de 1911. A la creación del Estado de Morelos le siguió la de la Diócesis de Cuernavaca erigida por el Papa León XIII en 1891 y cuya extensión geográfica correspondió a la del Estado de Morelos.
El Estado de Morelos a partir de entonces ha vivido de momentos de gloria como el auge azucarero del porfiriato, a momentos cruentos como las jornadas aciagas de la revolución del sur que a la postre y vuelta una vez más la calma tras la revolución, le significó ser el referente por antonomasia del agrarismo mexicano. Sin embargo, la memoria histórica morelense no se limita solo a la figura de Emiliano Zapata, a quien los morelenses siguen refiriéndose como “El Jefe” y cuya presencia es constante no solo en el discurso oficial sino en la iconografía local y popular a lo largo y ancho del estado, la herencia cultural morelense es milenaria e incluso se confunde con la rica y complicada mitología del México precortesiano, de ahí a la conquista, a la presencia de Cortés en Cuernavaca y el momento decisivo de la evangelización que significó el banderazo de salida al mestizaje y el nacimiento de una nueva nación. Volviendo a los sitios patrimonio de la humanidad, Morelos cuenta con dos de ellos, Xochicalco, la imponente Acrópolis que surgió tras la caída de Teotihuacán, y el “cordón” de los once monasterios morelenses del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl, que como ya se mencionó fueron punto de partida para la evangelización y mestizaje. A los sitios patrimonio de la humanidad se suma la “Ruta de Zapata” que incluye los lugares asociados a la vida y trayectoria del Caudillo del Sur.
Las denominadas “rutas” de los conventos y de Zapata, representan recorridos de primer orden y de enorme interés histórico y cultural, a su vez son una magnifica alternativa por su ubicación cerca de la zona metropolitana de la Ciudad de México y por representar una alternativa accesible para una gran mayoría de gente en el centro del país, quienes en una sola jornada pueden disfrutar de la ubicación, la historia, cultura, paisajes, gastronomía y clima que ambas rutas ofrecen. Desafortunadamente hoy están abandonadas y con una nula promoción turística.
La zona de los conventos fue duramente golpeada por el sismo del 2017 sin embargo, el INAH hace una difusión importante en sitios como Tepoztlán, a su vez hace pocos años la Hacienda de Chinameca, lugar de la muerte de Zapata fue rehabilitada en un esplendido esfuerzo, Sin embargo, hoy salir a recorrer esos sitios es un “volado”, no se sabe si están abiertos, cerrados o cual es la infraestructura de los destinos, no existe señalética ni información que asista a visitantes. La Secretaria de Turismo y Cultura de Morelos, debe dejar de apostar a campañas de promoción que solo cubran el expediente o que se limiten a producir contenidos atractivos, todos sabemos y conocemos las bondades de Morelos, y evidentemente en el rubro de turismo la promoción es fundamental, pero también es fundamental, vaya la redundancia, tener la oferta turística en las mejores condiciones para recibir a visitantes locales y extranjeros.
A la preservación y cuidado del patrimonio se debe sumar la divulgación del mismo, no solo como una alternativa al Derecho a la recreación de los mexicanos, sino como un elemento indiscutible para la reconstitución del tejido social y por supuesto para robustecer el sentido de pertenencia e identidad, si eso se logra, sin duda alguna habremos no solo preservado nuestra memoria histórica y patrimonio, sino lo más importante, habremos asegurado jornadas mejores para las generaciones que vienen detrás nuestro.