En cuestiones de gobernanza existe una situación que resulta reiterativa, es la generada por la tentación y el encanto de los gananciales obtenidos por medio de la narco-política. No sólo se trata de un gran ingreso. Es como la conquista del poder o el descubrimiento de una mina repleta de diamantes, con la que se obtiene el pago de los gastos que generan las campañas políticas. Más lo que se acumule en el sexenio.
Las autoridades se consideren éstas grandes estadistas, jalifas o gobernantes, siempre se encuentran dispuestas a colaborar o proteger el triste fenómeno de la narco-política, mismo que ensombrece a nuestra Nación y la conduce a futuros inciertos y de inaplicabilidad de las normas. El eterno problema del neoliberalismo se les antoja indescifrable. ¡Qué desastre! ¡Cómo le cuesta a México la obtención de los votos!. No hay de otra.
Pero muchos votantes, con dignidad y amor por nuestra República se encuentran indignados y quieren para sus nietos un País de decoro, limpieza y dignidad. Esos orgullosos mexicanos se encuentran dispuestos a obligar a la autoridad a que se sepa la verdad de quién es el responsable de la narco-política inserta en las entrañas de nuestra Patria.
Naturalmente, la forma más simple y sencilla para obtener ello, obligaría a la Fiscalía General de la República a actuar con decencia para procurar justicia. De ésta manera la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos alcanzaría el lustre perdido por ese fenómeno de la narco-política, hoy consentido por la Cuarta Transformación de la Nación.
También se podría obligando a Alejandro Gertz Manero a evitar seguir siendo omiso en el cumplimiento de su deber. Pero esa posibilidad nulificaría las gananciales derivadas de esa omisión. En ese supuesto caso se sacrificaría el dinero a cambio de obtener justicia.
México ganaría con ello. y como la Patria está primero, según el pensar de Vicente Guerrero, esa sería la ganancia. ¡Qué triunfo para la ley sería ello!. Pero mientras nuestros gobernantes, jalifas o estadistas sigan percibiendo denarios. Todo seguirá podrido.
Nuestra tierra se encuentra avergonzada de tener que soportar la podredumbre de esas autoridades, gobernantes, políticos, estadistas, reyes o jalifas de la narco-política.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal del
Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..