Enviar mensajes de texto y conducir puede ser mortal. Sostener su teléfono en la mano para hablar y navegar por Internet mientras está detrás del volante también es peligroso.
Esto es ampliamente conocido, pero una nueva encuesta encuentra que aproximadamente la mitad de todos los encuestados todavía usan un dispositivo electrónico la mayoría o cada vez que conducen.
«Yo diría que no es tan sorprendente como frustrante», dijo Adam Snider, vocero de la Asociación de Seguridad en las Carreteras de los Gobernadores (GHSA, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que no participó en el estudio pero emitió un comunicado de prensa después de su publicación. . «Conducir distraído es algo increíblemente generalizado».
En la encuesta, realizada por el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), se preguntó a más de 2000 conductores con licencia qué tan de acuerdo estaban con docenas de afirmaciones diseñadas con el Modelo de Creencias de Salud en mente.
Ese modelo se describe como una teoría de cambio de comportamiento desarrollada para comprender por qué algunas personas no adoptan un determinado comportamiento de salud. Por lo general, se aplica a enfermedades o prevención de enfermedades, según el estudio.
«Creo que los resultados de este estudio realmente ayudan a arrojar algo de luz sobre las razones por las que» las personas todavía usan sus teléfonos en sus automóviles, dijo la autora principal Aimee Cox, investigadora asociada del IIHS.
Cox dijo que eso parece incluir «la necesidad o la necesidad percibida de responder a familiares o amigos, la necesidad de información, todas estas cosas que los teléfonos celulares modernos realmente nos han permitido hacer sin pensar en ello».
Si bien los conductores distraídos usan sus teléfonos mientras conducen porque no quieren perder una llamada de sus hijos, por ejemplo, también son sus familiares quienes dicen que podrían motivarlos a dejar los teléfonos.
«Creo que brinda una oportunidad realmente única en la que, si podemos fomentar esa comunicación y diálogo abiertos y seguros, podemos tener conductores adolescentes y niños que animen a sus padres a practicar comportamientos de conducción seguros y viceversa. Creo que debe ir en ambos sentidos «, dijo Cox.
Los conductores distraídos mataron al menos a 3000 personas en 2020, según un comunicado emitido por el director ejecutivo de GHSA, Jonathan Adkins. Eso fue el 8% de todas las muertes de tráfico.
Otras 400,000 personas resultan lesionadas cada año, dijo Snider, pero muy bien podría ser mayor, porque puede ser difícil probar que la conducción distraída causó un accidente.
«Esto es algo que cada persona que se pone al volante tiene el poder de apagar su teléfono, dejarlo, ponerlo en la guantera, conectarse a través de tecnologías en el vehículo», dijo Snider.
Se tarda unos cinco segundos en leer o enviar un mensaje de texto, anotó Snider. A 55 millas por hora, son 130 yardas sin mirar una sola vez a la carretera, dijo.
Básicamente, estás conduciendo a lo largo de un campo de fútbol, de zona de anotación a zona de anotación, sin ver la carretera ni una sola vez, con los ojos vendados, lo cual es increíblemente peligroso», dijo Snider.
La conciencia pública es importante, agregó.
Tomó mucho tiempo hacer que beber y conducir fuera socialmente inaceptable, anotó. Snider también señaló el progreso logrado para lograr que las personas usen cinturones de seguridad. Las campañas de concientización pública y las personas que se animan mutuamente se encuentran entre los factores que eventualmente ayudaron.
«Pensando en los cinturones de seguridad, puede llevar mucho tiempo cambiar esta cultura, pero los impactos de seguridad pueden ser enormes cuando hacemos que sea la norma esperada que alguien se abroche el cinturón o deje el teléfono», dijo Snider.
Un análisis anterior encontró que los padres de niños menores de 18 años se encontraban entre los principales infractores por conducir distraídos, dijo Cox.
«Eso fue interesante, pero, de nuevo, no sorprende porque estás manejando un estilo de vida ajetreado», dijo Cox.
Entre las preguntas que los investigadores plantearon a los encuestados: ¿Qué impacto tendría si su familia o amigos les recordaran que pueden lastimar o matar a alguien con la conducción distraída?
«Todos esos fueron mensajes que las personas indicaron en nuestra muestra que si escuchaban de alguien que les importaba decirles ese tipo de cosas, eso sería realmente motivador», dijo Cox.
Los encuestados también dijeron que podrían estar motivados por los cambios de política, incluida una mayor y más estricta aplicación de las leyes de conducción distraída. La mayoría también dijo que apoyaría esto, no solo estar motivado por ello.
«No hay una sola solución fácil», dijo Cox. «Vamos a tener que aumentar las percepciones de amenazas y encontrar soluciones a las barreras comunes, al mismo tiempo que implementamos estas señales para acciones como comunicarnos con familiares y amigos o estas señales a nivel de políticas».
No son solo los conductores y sus pasajeros los que resultan heridos o mueren debido a la conducción distraída, dijo Snider. También son peatones y ciclistas.
«Todos pueden desempeñar un papel en esto. Este no es un problema que no tenga solución», dijo Snider.
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