* El peligro principal del proceso de sucesión no está, pues, en quién llegue a la Presidencia de la República, sino en cómo llegue. Si no hay legalidad, equidad, democracia y arbitraje presidencial imparcial, la disputa electoral de 2006 (2024) podría llegar a convertirse en una repetición de las viejas y nocivas rondas de desconfianza sobre los resultados electorales. Y si las elecciones no se resuelven en las urnas, se van a resolver en las calles
Gregorio Ortega Molina
El punto de quiebre una vez presentada la persona que abandere el proyecto político y personal de Andrés Manuel López Obrador, será saber si es capaz de conservar la lealtad a toda prueba -o se romperá- como Brutus aparentó tenerla con Julio César, o Judas con Cristo.
El mismo López Obrador la ha roto, y dado la espalda a varios de sus benefactores. Es deseable que entienda a quién llevó como factótum del Consejo Político de MORENA, pues Alfonso Durazo Montaño tendría mucho que contar sobre su proceder como persona y hombre de poder.
En marzo de 1994 su proyecto se tiñó de sangre. En junio de 2004 dio un paso atrás, y dejó constancia de lo que él consideró un proceder ético, moral e impecable, de orden administrativo. Comparto las luces de su carta de renuncia al cargo de secretario particular del presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox Quesada. Durazo llegaba del PRI, ahora está en MORENA.
*Hay que saber irse con dignidad
*Prefiero reconocer la realidad que recurrir a la mediocridad para sobrevivir
*Me propuse ser un hombre del presidente
*No puedo ocultar ahora mi percepción de que el poder nos ha alejado crecientemente de los valores
*Pretender decidir desde el gobierno quién será el próximo presidente como quién no debe ser el próximo presidente fue el pecado original del viejo régimen
*En el tema de la sucesión presidencial el gobierno está actuando más bajo la lógica histórica del viejo sistema que de la lógica de una etapa de transición
*No comparto una visión apocalíptica del presente…, es un error minimizar la complejidad de las circunstancias. Son previsibles tiempos políticamente aún más complejos. Se percibe un ambiente de confusión y tensión crecientes en el que todas las facciones políticas tocan tambores de guerra.
*Es necesario restituir tranquilidad al ambiente político; cerrar el capítulo de la confrontación, para evitar que las instituciones se contaminen con el conflicto político a niveles que resulten irreversibles. Más grave aún si asumimos que este proceso de descomposición política que estamos viviendo se atribuye cada vez más a los tiempos de democracia que hoy conoce el país
*El peligro principal del proceso de sucesión no está, pues, en quién llegue a la Presidencia de la República, sino en cómo llegue. Si no hay legalidad, equidad, democracia y arbitraje presidencial imparcial, la disputa electoral de 2006 podría llegar a convertirse en una repetición de las viejas y nocivas rondas de desconfianza sobre los resultados electorales. Y si las elecciones no se resuelven en las urnas, se van a resolver en las calles
Alfonso Durazo Montaño decidió, entonces, irse con dignidad (¿?). Ante lo que hoy vivimos cómo procederá, sobre todo por esa idea suya del arbitraje presidencial, entonces ¿para qué se ciudadanizó al INE? Para que María Taddei acudiera a Palacio Nacional a decir, como Cantinflas en el patrullero 777: a sus órdenes jefe.
===000===
¡Cuidado! Convierten el agravio en majadería, en agresión. Insultar a Xóchitl Gálvez o recurrir al expediente fraterno puede causar graves dolores de cabeza, terribles consecuencias, porque Andrés Manuel López Obrador también tiene un expediente fraterno que, a él, precisamente a él, no le gustaría que se ventilara con lujo de detalle.
En política el vendaval nunca tiene dirección, corre de ida y vuelta.
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio