La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Para que le cuña apriete tiene que ser en forma de taco de billar
Más allá de las antipatías que ha generado, no se puede poner en duda que, Eric Cisneros, secretario de Gobierno de Cuitláhuac García, ha tenido, con mano dura, el control político de la administración.
Sin embargo, el poder del citado personaje, comienza a declinar, ya que, tuvo la osadía de ignorar las recomendaciones del Tlatoani y eso, en un país con Presidencia Imperial, es un suicidio, se embuchacó solito.
En este contexto, la estrella del presidente de la JUCOPO del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, está in crescendo, lo cual no deja de ser paradójico, porque en sus inicios, fue impulsado por Cisneros, pero, gracias a su trabajo y a las circunstancias, eliminó el padrinazgo, para desarrollar su propia agenda.
Para muestra de lo anterior, basta señalar que la propia Rocío Nahle, lo reclutó como su principal operador político y bajo su tramo de control, se ubican Zenyazen Escobar, José Luis Lima y Eleazar Guerrero, todos antagónicos del secretario de Gobierno.
Así las cosas, si al final de cuentas la secretaria de Energía, es designada como candidata a la gubernatura, Gómez Cazarín tendrá que hacer uso de todas sus capacidades, para revertir (electoralmente), el pésimo trabajo del Cui, cuyo gobierno, es un lastre para la 4T jarocha.
A pesar de no contar, con un gran currículo, la curva de aprendizaje del diputado fue corta, lo cual le permitió convertirse en un actor eficaz, incluso, para el gobierno federal. Si los astros se alienan en su favor, saltará la transición y continuará en primer nivel.
Por lo pronto, como muestra, le aplicó la ‘quebradora’ al febril aliado del ‘Blue Demon’.