Cicuta
Jaime Flores Martínez
Miércoles 30 de agosto del 2023.- Agazapado en espera que reviente un sapo llamado Mario Delgado Carrillo quien actualmente despacha como dirigente nacional de MORENA, el senador Jaime Bonilla Valdez se “frota las manos” en espera de su caída.
¡La venganza es un platillo que se sirve frío!
Y aunque Bonilla tiene la costumbre de reaccionar furioso ante las zancadillas de sus detractores, en el caso de su enemigo Mario Delgado echó mano de la prudencia.
¡El futuro de Delgado puede ser la cárcel!
Muy pocos han observado que —desde que se alejó de MORENA— el ex gobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez se deshizo de un bozal que le impedía escupirle a Mario Delgado las frases que se merece.
Es del conocimiento público la existencia de una animadversión entre ambos, aunque esta se acentuó al concluir la gestión de Bonilla como gobernador.
Desde la dirigencia nacional morenista, Delgado Carrillo le aplicó a Bonilla cualquier cantidad de reveses a través de senadores incondicionales y a su espalda se pitorreaba de su distanciamiento con AMLO.
Antes de cambiarse a la bancada del PT, el senador Bonilla recibió presiones y golpes bajos de un Mario Delgado que se aprovechaba del enfriamiento de la relación con AMLO, y además alimentaba el desencuentro que tiene con la gobernadora Marina del Pilar.
Muchos bajacalifornianos se dieron cuenta que el tronante carácter de Bonilla lo hizo buscar cobijo en el Partido del Trabajo, mientras Delgado se encargaba de pregonar su expulsión.
Según el propio Bonilla antes de renunciar a MORENA tuvo un encuentro con AMLO a quien le dijo que tomó la decisión de renunciar a MORENA porque no se sentía representado.
Días después el presidente lanzó elogios a Bonilla en una mañanera y paralelamente Mario Delgado festinaba que el odioso Bonilla ya no formara parte de MORENA.
Aunque se supone que Delgado tiene un recio colmillo político, todo parece indicar que este último no midió que “desde afuera” Jaime Bonilla se convertiría en un ente doblemente peligroso.
Al estar distanciado del presidente y al no tener vínculos con MORENA (además del evidente carácter explosivo), Bonilla es un peligro real.
Aunque Cicuta no puede confirmarlo, una versión refiere hace algunas semanas se registró un “desencuentro” entre AMLO y Bonilla.
Esta señala que el senador explotó frente a AMLO al decirle que algunas anécdotas escondidas en el baúl de los recuerdos podrían conocerse.
El asunto es que —al distanciarse de MORENA— Jaime Bonilla puede hacer señalamientos sobre personajes que reiteradamente se han dedicado a ponerle piedras en su camino, especialmente Mario Delgado.
El sapo puede reventar si “la corcholata grande” Marcelo Ebrard Casaubón finalmente truena ante el piso disparejo.
De poco le servirá a Delgado la cercanía que tuvo con Ebrard en los tiempos que despachó como jefe de gobierno capitalino.
En esos tiempos Mario Delgado era el encargado de las finanzas del gobierno y además de ser su amigo, Marcelo Ebrard también era su jefe.
Hoy día la relación entre ambos está muy tirante, pues Mario Delgado parece tener la consigna de apoyar a Claudia Sheimbaum sin importar que lastime las aspiraciones de Ebrard.
De regreso al tema de Jaime Bonilla, este hombre parece ya tener lista su estrategia de guerra contra Mario Delgado, un frágil personaje que arrastra una gigantesca y maloliente apéndice.
Ah
Mario Delgado también está metido en un brete porque está obligado a cumplir la instrucción del presidente y apoyar con todo a Claudia Sheimbaum.
Aunque Delgado esta “moralmente” comprometido con Ebrard, voltea la cara y simplemente lo ignora.
Mario Delgado sabe que las facturas se pagan y le aterra saber que tendrá que pagar las suyas.
Bonilla
Por cierto, el ex gobernador Bonilla recientemente concedió una entrevista al Semanario Zeta, en donde pone el dedo en la llaga al referirse a Delgado.
En MORENA no hay encuestas sino “vil dedazo” dice Bonilla y subraya que es Delgado (a quien muchos de su género le dicen Delgadito).
Positivo
Qué bueno que el artista plástico Julio Carrasco Bretón no se mete en bretes y se aplica a poner en alto el nombre de México.
El maestro Carrasco llevó su obra a Francia donde estará presente dos semanas.
Carrasco es además de talentoso, es modesto y generoso. Eso queda plasmado en su obra.
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