Por Leopoldo Díaz Pérez
El magnicidio del general Francisco Villa sucedió durante las reuniones de la Comisión México Americana cuyos acuerdos, pactos o convenios iniciaron el 14 de mayo de 1923 y son ampliamente conocidos como los Tratados de Bucareli. El general Villa fue arteramente asesinado en julio de 1923.
Estamos a un siglo de que en agosto de 1923 se firmaran dichos tratados entre los presidentes de México Álvaro Obregón y de Estados Unidos Calvin Coolidge; convenios que significaron una traición a la patria y a los cuales se sometió a México en términos desventajosos, porque al presidente Álvaro Obregón le urgía el reconocimiento de los Estados Unidos a su gobierno. El reconocimiento de otros gobiernos era una práctica soberbia de los Estados Unidos, con la que de facto extendía la soberanía norteamericana sobre otros países.
Estados Unidos nuevamente había puesto de rodillas a México. Todo inició cuando el presidente William Howard Taft desplegó en la frontera con México 20,000 tropas, integradas en brigadas independientes; lo que precipitó la renuncia del general Porfirio Díaz por oponerse a la Doctrina Monroe. Siguieron la invasión del Puerto de Veracruz en 1914 y la Expedición Punitiva en 1916 que con pretexto de capturar al general Francisco Villa evidenció más el propósito de entrenar a sus tropas, mandos, tácticas y someter a prueba sus ingenios bélicos; en vías de participar en la Primera Guerra Mundial y asegurar el suministro de petróleo para su maquinaria bélica, fundamentalmente. Todo lo que significó caos en nuestra nación y desorganización de la hacienda pública. México no había cubierto el servicio e intereses de la deuda externa, desde el “triunfo“ de la Revolución Constitucionalista en 1914. Deuda que inicio hacia 1825.
El asunto álgido era un acuerdo anexo, extraoficial o secreto por el que el gobierno de Obregón se comprometía a no aplicar retroactivamente el Artículo 27 Constitucional, en todos los casos en que las empresas petroleras norteamericanas demostraran haber realizado con anterioridad al 1º de mayo de 1917 “actos positivos” como la exploración de terrenos hasta la explotación de pozos petroleros, garantizando a sus dueños que dichas empresas no serían nacionalizadas.
Adolfo de la Huerta discrepó con Obregón manifestando que el gobierno mexicano debía ser reconocido sin condiciones que mancillaran la Ley y que se estaba incurriendo en traición a la patria, por lo que renunció al cargo de ministro de Hacienda y aceptó la candidatura para la presidencia, rompiendo tajantemente con Obregón que se decantaba por Plutarco Elías Calles; a esto se sumó el asesinato de Francisco Villa que simpatizaba con la actitud de Adolfo de la Huerta, lo que condujo finalmente a la rebelión delahuertista.
La cabeza del general Francisco Villa fue parte del precio que impusieron los Estados Unidos a México en las negociaciones de Bucareli. Según un cable enviado el 28 de julio de 1923 por un militar de los servicios de inteligencia, Louis D. Netto, al gobierno de Estados Unidos. Pancho Villa. Friedrich Katz. Era, México.
Para enero de 1924 aún se sometería a votación en el Senado la Convención General de Reclamaciones. Los senadores González Garza, Pedro de Alba, Gersayn Ugarte, Francisco Field Jurado y Andrés Magallón se opusieron a la ratificación por ser contraria a la dignidad nacional coincidiendo con Adolfo De la Huerta.
Sucedieron entonces los Asesinatos de Felipe Carrillo Puerto en Yucatán quien entró en conflicto con los latifundistas del henequén y del senador Francisco Field Jurado el 23 de enero, líder de la oposición a la ratificación de la Convención General de Reclamaciones, ejecución que se perpetró en la Colonia Roma de la Ciudad de México.
La Convención General de Reclamaciones fue aprobada por el congreso en febrero de 1924, sin aludir a los pactos extraoficiales secretos ventilados durante cinco días en que nada se difundió ni documentó; uno de los cuales selló el subdesarrollo económico de la nación, comprometiéndose a no fabricar motores de combustión interna, entre otros bienes de capital y sí a adquirirlos de los Estados Unidos, esto durante 99 años que fenecieron en 2022; cuando en el Estado de Nuevo León ya se fabricaban automóviles marca Ramírez y en la Ciudad de México se construían aviones marca Aztatl incluidos sus motores y hélices.
El estratega Venustiano Carranza impulsó la fundación de una industria aeronáutica en México y en 1915 instituyo la Escuela Militar de Aviación y los Talleres Nacionales de Construcción. Liderazgo noble y patriótico que precipitó su asesinato.
Álvaro Obregón pactó en Bucareli la obsolescencia de la fuerza militar de la nación y condenó el destino de México a la ruina económica y el subdesarrollo durante un siglo; conviniendo con los intereses y el “destino Manifiesto” del pueblo norteamericano.
El siglo XX de la “dictadura perfecta” significó que los presidentes que sucedieron a Álvaro Obregón durante varios decenios, obedecieran las consignas y las políticas económicas de los Estados Unidos para no producir motores de combustión interna ni otros bienes de capital, para garantizar el suministro de energéticos a los Estados Unidos y generar un creciente endeudamiento del exterior que hasta la fecha no se detiene y que en 2025 se cumplirán dos siglos de sangría de la economía por el pago de deuda externa. Tristemente México abandonó sus principios violando las normas constitucionales.
¡NO FUE REVOLUCIÓN, FUE INTERVENCIÓN ¡fue ceder soberanía nacional en ámbitos territorial por el petróleo y la propiedad agraria, soberanía económica y tecnológica.
@Leopoldiazperez