La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¿Y qué, por ser aliados no les practican el antidoping?
La ‘portentosa’ idea, de derribar la casa de Xóchitl Gálvez, sugerida por el ex alcalde morenista de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, es una barrabasada que rechazó el propio presidente López Obrador, sabedor de que, lo único que lograrían, es victimizar (y potenciar electoralmente), a la nueva ‘villana favorita’ de la 4T.
Alguien, al interior de MORENA, debe poner orden, porque lo único que logran, es mostrar su tufo autoritarito, que no acepta la existencia del otro, insistimos con la pregunta: ¿por qué tanto temor a la candidata opositora?
Si opina mal, si usa huipil es farsante, es ‘fake y pintoresca’, indígena fifí, muñeca de perverso titiritero, no sabe pronunciar la erre, trabajó con Fox (igual que Alfonso Durazo, Omar García Harfuch, Alejandro Gertz, Manuel Espino y otros integrantes del actual gobierno), le va al Cruz Azul (lo cool es irle a los Pumas) y un sinnúmero más de señalamientos que, suponen, harán perder simpatizantes a la vituperada mujer.
Lo interesante, vendrá cuando inicie la campaña presidencial, en ese momento, tendrán que demostrar que las propuestas de la señora X son inviables, contrario a lo que ellos plantean, lo cual consiste, en profundizar las políticas sociales que han puesto en práctica.
Sí, la estrategia morenista, se reduce a lanzar una batería de adjetivos contra la oposición en su conjunto y, en particular, dirigidos a la doña, estamos ante un escenario en que la hostilidad, hasta hoy vista, se recrudecerá, con lo cual, todos perdemos.
Lo recomendable sería, que hicieran una interpretación de ciertos cuentos y fábulas de la literatura infantil, así descubrirían que, el lobo feroz, siempre termina perdiendo.