El estado estadounidense de California demandó el viernes a cinco de las compañías petroleras más grandes del mundo, alegando que las empresas causaron miles de millones de dólares en daños y engañaron al público al minimizar los riesgos de los combustibles fósiles, según un expediente judicial.
La demanda, desestimada por un acusado como «infundada» y «politizada», sigue a muchos otros casos presentados por ciudades, condados y estados de EE. UU. contra intereses de los combustibles fósiles por el impacto del cambio climático, así como supuestas campañas de desinformación que abarcan décadas.
El caso civil se presentó ante el tribunal superior de San Francisco contra ExxonMobil, Shell, BP, ConocoPhillips y Chevron, con sede en California, y el Instituto Americano del Petróleo (API), un grupo industrial, también es acusado en el caso.
«Los ejecutivos de las compañías de petróleo y gas han sabido durante décadas que la dependencia de los combustibles fósiles causaría estos resultados catastróficos, pero suprimieron esa información del público y de los responsables políticos al difundir activamente la desinformación sobre el tema», decía la denuncia de 135 páginas.
«Su engaño provocó un retraso en la respuesta social al calentamiento global. Y sus crímenes han resultado en enormes costos para las personas, las propiedades y los recursos naturales, que continúan desarrollándose cada día».
La demanda busca la creación de un fondo de mitigación para pagar los daños futuros causados por desastres climáticos en California, que está en la primera línea de incendios forestales, inundaciones y otros fenómenos climáticos extremos provocados por el cambio climático.
«Al restar importancia al consenso científico sobre el cambio climático y enfatizar la incertidumbre, los acusados esperaban retrasar cualquier acción regulatoria que pudiera buscar reducir o controlar las emisiones (de gases de efecto invernadero), amenazando así las ganancias de la industria», agrega la denuncia.
Un portavoz de API criticó la demanda, argumentando que la política climática «corresponde al Congreso debatir y decidir, no al sistema judicial».
«Esta campaña coordinada y en curso para emprender demandas politizadas y sin mérito contra una industria estadounidense fundamental y sus trabajadores no es más que una distracción de importantes conversaciones nacionales y un enorme desperdicio de recursos de los contribuyentes de California», dijo a la AFP la portavoz Andrea Woods.
Chevron también arremetió contra la demanda, y un portavoz dijo a la AFP que el cambio climático «es un problema global que requiere una respuesta política internacional coordinada, no un litigio fragmentado en beneficio de abogados y políticos».
«Los tribunales de California no tienen ningún papel constructivo o constitucionalmente permisible en la elaboración de la política energética global», añadió el portavoz.
Shell ofreció una opinión similar, y un portavoz dijo que el gigante de los combustibles fósiles está de acuerdo en que «se necesitan medidas ahora sobre el cambio climático», pero que la sala del tribunal «no es el lugar adecuado».
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