RELATO
To Shayne, My Father…
8:51 a.m. … Y entonces dieron las cinco de la tarde. Como todo un joven elegante, y siendo “el niño de papá”, tan guapo y muy culto, Lone-Boy se la pasó aquella tarde sentado en la sala, esperando a su padre, quien ahora se encontraba en el baño, lavando su cuerpo alto y delgado.
La tarde era hermosísima. Y, en un rato más, el amigo de su padre vendría hasta aquí para entonces llevarlos a los tres al centro de aquel bello puerto yucateco, llamado “Progreso”.
Era jueves, DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS…
Sentado en aquella silla, tan cómoda y amplia, y que su padre había traído desde Canadá, Lone-Boy -que se veía guapísimo-, vestido con unos shorts bellísimos, de colores muy vivos, en tonos azules y amarillos, así como también con una playera amarilla, calcetas blancas y sandalias “estilo Teva”, que lo hacían lucir como todo un niño californiano, esperó y esperó para que su padre terminase de alistarse…
Jamás nunca antes se había sentido tan dichoso, contento y feliz como ahora mismo: ESPERANDO PARA QUE SU PADRE TERMINASE DE ALISTARSE, PARA QUE LUEGO VINIESE HASTA ÉL Y LE DIJESE: “¿LISTO? YA NOS VAMOS…”
Quien ahora lo mirase “un poco vivo”, jamás podría imaginar lo muerto que él había estado… Pero, ahora, a pesar de todavía sentir un poco de dolor, y también algo de malestar en su nariz, debido a su rinitis, Lone-Boy, decidió no dejarse arrastrar por todo esto, y entonces solamente intentar de disfrutar a lo máximo ESTA TARDE TAN INOLVIDABLE EN SU VIDA ACTUAL Y SU EXISTIR…
… Los minutos pasaron y, de repente, cuando Lone-Boy por fin vio a su padre venir, vestido ya con su camisa de tonos verdes oscuros, así como también con un pantalón largo y negro, su mente al instante le dijo: “LONE-BOY, ¡PERO QUÉ GUAPO ES TU PADRE!” A lo que él, al instante le respondió a su mente: “SÍ. ¡YA LO SÉ! ESTE ES MI PADRE, Y LO AMO LO INFINITO…”
En su interior, Lone-Boy nunca dejó de sentir un éxtasis total por estar ahora junto a su padre, viajando hasta el centro de aquel puerto, dentro de ese vehículo, el cual era rojo. En el asiento de atrás iban sentados él y el esposo de su padre, quien sostenía en sus manos dos recipientes, forrados con aluminio, y que contenían algo de comida.
Lone-Boy, desde su lugar, no dejaba de mirar la cabeza de su padre, mientras iba conversando con su amigo, el conductor de este vehículo. Y, el que ahora fuese sentado en el asiento de atrás, solamente le hizo sentir que OTRA MÁS DE SUS FANTASÍAS ETERNAS, AL FIN SE HABÍA HECHO REALIDAD: “VIAJAR JUNTO A SU PADRE DENTRO DE UN VEHÍCULO”.
Y, como todo un niño grande, guapo, fino y elegante, Lone-Boy se sintió indeciblemente “extraño”. Porque entonces ahora se había dado cuenta de que él SIEMPRE HABÍA SIDO ÉL, pero que el dolor LO HABÍA “SEPULTADO”, AL IGUAL QUE LA MUERTE LO HACE CON TODO CUERPO QUE MUERE DE MANERA FÍSICA…
Aquella tarde, sí que fue UNA TARDE INOLVIDABLE PARA LONE-BOY…
UNA TARDE INOLVIDABLE EN LA QUE “ÉL Y SU PADRE”, LLAMADO “SHAYNE”, ESTUVIERON SENTADOS EN AQUELLA MESA, EN EL EXTERIOR DE AQUEL RESTAURANTE, EN EL CENTRO DE AQUEL BELLO LUGAR, LLAMADO “PROGRESO”, CENANDO EN ESTE DÍA TAN ESPECIAL: “THANKS GIVING”…
Sentado en su silla, Lone-Boy se lo pasó mirando por todo su alrededor. Luego, cuando su mirada volvía a postrarse sobre la imagen tan hermosa de su padre, quien, con su figura alta y delgada, también se veía “muy distinguido”, su mente solamente volvía a repetirle las mismas frases:
“DAD, I LOVE YOU! THANK YOU FOR BEING MY FATHER! THANK YOU FOR GIVING ME SO MANY BEAUTIFUL MOMENTS TO TREASURE HERE IN MY MIND… DAD… THANK YOU FOR MAKING ME SOOOO HAPPY… YOU´RE THE BEST FATHER IN THIS WOLD… I LOVE YOU, PAPÁ…” (… ERES EL MEJOR PADRE DE ESTE MUNDO… TE AMO, ¡PAPÁ!)
Anthony “Swan” Smart
Noviembre/26/2023
9:16 a.m. Sunday