Muchos viajeros optan por tomar un avión en lugar de un tren entre Londres y París a pesar de las preocupaciones climáticas y del servicio ferroviario Eurostar que conecta las dos capitales en poco más de dos horas.
«Es ridículo tomar el avión para recorrer una distancia tan larga», dijo Sabia Mokeddem, una ciudadana francesa que vive en Londres desde hace más de cinco años.
Mokeddem dice que se ve obligada a volar, sin embargo, debido a los precios «prohibitivos» de los billetes de Eurostar para el enlace de alta velocidad de 305 millas (492 kilómetros) a través del Túnel del Canal.
«Pienso en todo el carbono que emito por un vuelo tan corto… Pero no puedo permitirme el tren», dijo a la AFP este empleado bancario de 27 años.
Dice que estaría encantada de pagar un poco más para que el tren soportara el esfuerzo «porque es mejor para el planeta» y porque prefiere ir en tren.
Pero la diferencia de precio es demasiado grande cuando puede encontrar vuelos que pasan por encima y no por debajo del Canal de la Mancha por tan sólo 40 euros (43 dólares).
Lucy Kelly, una irlandesa de 30 años que vive en París y trabaja en gestión de marcas, toma el tren a Londres sólo cuando puede reservar un asiento con mucha antelación.
«Si soy lo suficientemente organizada, reservaré el Eurostar», explicó. «Entonces puedes encontrar una devolución por 110 euros, lo cual está bien, creo, aunque sigue siendo más caro que el avión.
«Si voy en el último momento, los precios pueden ser una locura».
El billete de vuelta suele superar los 350 euros.
Kelly dijo que tomó el avión a Londres en noviembre.
«Definitivamente era más barato: una cuarta parte del precio de viajar en tren», dijo.
Llegar al aeropuerto fue un dolor de cabeza, admitió, pero dijo que probablemente lo volvería a hacer.
«El tren debería ser subvencionado. Se debería animar a la gente a tomar el tren, no el avión», añadió.
Controles fronterizos
Interrogado por la AFP, Eurostar no quiso facilitar el precio medio de un billete ni indicar si había aumentado en los últimos años, como sospechan muchos viajeros.
La filial del operador ferroviario francés SNCF afirma que no puede comparar las tarifas de tren y avión, ya que volar conlleva costes adicionales, como el traslado al aeropuerto y el equipaje.
A pesar de la evidencia de que los pasajeros eligen volar por razones de costo, Eurostar dijo que unos ocho millones de personas todavía utilizaron su servicio entre Londres y París el año pasado.
En comparación, casi dos millones volaron en los 12 meses hasta octubre de 2023, según los analistas del sector de la aviación Cirium. Ambas cifras son similares a los niveles prepandemia.
El director comercial de Eurostar, Francois le Doze, dijo que la gente «compra Eurostar primero» y que los trenes se llenan más rápido que los aviones, lo que puede explicar el aumento más rápido de los precios.
También dijo que los parisinos y londinenses tienen un mayor poder adquisitivo en comparación con la gente de otras capitales del continente, lo que significa que «estos viajes tienen un precio que la gente está dispuesta a pagar».
«Las tasas de aceptación son más altas que nunca», insistió.
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