ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Desesperarse en política es contraproducente. Calme sus ánimos Andrés Manuel. Ya no siga alimentando la tendencia #NarcoPresidenteAMLO. Antes que apagar el fuego, en todas sus últimas matinés, en todas, usted le ha arrojado más leña a la hoguera de las sospechas y se ha ahogado en el pantano de sus jactancias.
Le impusieron el tema. Y usted ya perdió la iniciativa política. Si fuese tenista, ya dejó de sacar bolas para solo contestar las que saca su oponente. Y sí, ya son otros quienes le han impuesto la agenda. Usted ya no la genera. Usted ya sólo la padece.
La iniciativa, en política, no lo es todo, pero siempre apuntala a quien logra sostener su hegemonía. El que logra imponerles a los otros su propio ritmo. Sus propios tiempos, temáticas y obsesiones.
Quien detenta la iniciativa política siempre es el que logra determinar lo prioritario. Esto primero y después aquello. Esto y no aquello. Esto y sólo esto.
Tener la iniciativa es no retroceder, es estar en la ofensiva, es tener más imaginación, dinamismo y osadía que los demás.
Y usted, Andrés Manuel, ya perdió ese toque.
Para ciertos políticos, sin duda usted es uno de ellos, perder la iniciativa política es morir. No saben hacer política si no tienen la iniciativa.
Y le repito, desde hace ya más de una semana, descolocado por las tres publicaciones en el extranjero que revelaron sus muy posibles nexos con el narcotráfico por lo menos desde 2006, se siente acorralado, nervioso… ¿confirmando así la veracidad de lo divulgado?
También por eso usted como Presidente ya siente que retrocede, que la sociedad civil se reagrupa, que ni el miedo, ni las presiones, ni las ayudas sociales le rinden los frutos esperados.
Y obsesionado como está con conservar el poder a cualquier precio, cualquier locura –una más– se puede esperar de usted.
¿Suspender las elecciones?, sería una de ellas.
¿Extender su mandato un par de años más?, otra más.
Sí, proviniendo de usted, Andrés Manuel, cualquier estupidez de esos calibres es posible. Está tan desesperado, tan acorralado y tan henchido de soberbia como para patear cualquier tablero.
Sabe que, si pierde los comicios de junio, no sólo usted y su dócil “corcholata” amaestrada estarían en riesgo de ser juzgados, también que su Movimiento llegaría al fin.
Sus decisiones han sido desastrosas no solo para el país y para su gente, también para usted mismo, Presidente.
Grupo demencial detenta el poder
Y sí, el poder se le diluye a López Obrador. Sabe que debe concentrarlo. No ceder la iniciativa y convocar constantemente a “grandes causas” para retenerla.
Así, si para Felipe Calderón fue declarar la guerra a los cárteles del narco…
… y para Enrique Peña lo fueron las llamadas reformas estructurales…
… en el lópezobradorato la “gran causa” del momento es la Constitución.
AMLO tiene que invadir la Constitución. Tiene que trastrocarla. Manipularla. Reinterpretarla.
¿Lo está consiguiendo?
No del todo. Lo que hasta ahora ha obtenido es que la sociedad política gire alrededor de él, etiquetándolo como #NarcoPresidenteAMLO, y ha relegado a un segundo término las reformas a la Carta Magna, que justamente se interpretan como puras jaladas.
Durante poco tiempo y en contados espacios consiguió hacer creer que la Constitución (ese texto que nos concede y, razonablemente, nos impide acciones) es prohibitiva, proscriptiva o injusta cuando no coloca “primero a los pobres”, a los trabajadores, a los pensionados…
Esto es, según suele decirse, de locos. Y es que así son las acciones del grupo demencial en el poder, son locas. Pero poderosas. Porque buena parte de la clase política acepta la ficción que propone el grupo demencial. ¿No son, acaso, demenciales, todas esas “consultas al pueblo” a mano alzada, pasándose por el Arco del Triunfo el texto constitucional?
AMLO quiere para él y solo para él la iniciativa política.
Ahora y también cuando haya terminado su sexenio, porque todo gira alrededor de su persona cesarista. Se acepta hacer política en sus términos. Se convoca a reformar la Constitución. La oposición se inviste cuatrotera siguiéndole la corriente, sin atreverse a tirarlo de a loco.
López Obrador y su grupo demencial saben que han cometido tales excesos que un paso atrás, una retirada implicará inevitablemente (aun a pesar de la tibieza política de la oposición) la pérdida de la impunidad y el riesgo de acciones judiciales incontrolables.
Sin jueces adictos, sin una Corte amiga, los excesos del grupo demencial serán revisados y en esa revisión late su condena jurídica.
Por tal no es casual que López Obrador frecuentemente utilice la palabra “enemigo” para señalar a sus adversarios políticos.
En el lenguaje de la guerra, la realidad –toda la realidad– se divide en dos fracciones: las fuerzas propias y el enemigo.
AMLO ha transformado la política en guerra.
Así invade la Constitución, el texto jurídico de la democracia.
Todos los demás, como patéticas marionetas, bailan a su alrededor.
Y el pueblo (ese pueblo tan invocado, al que tanto se dice representar) mira con indiferencia el show de una clase política que discute abstracciones, cosas que no se entienden, que no parecen tener mucho que ver con la miseria, con la educación, con la cultura, con la salud. Con el país.
Indicios
En su desesperación, AMLO reacciona públicamente con gritos destemplados de “¡porque lo digo yo!”. Y si lo dice él, nadie más tiene porque expresar opiniones de otro sesgo. Sucedió el viernes, en Cuernavaca, cuando aún los acarreados lanzaron rechiflas y todo tipo de epítetos negativos a Cuauhtémoc Blanco, en mala hora todavía gobernador de Morelos, pues literalmente todo “lo hace con las patas”, al dejar en evidencia su ignorancia, su nepotismo, su corrupción y sus ostensibles relaciones con cabecillas de grupos delincuenciales. Y ante el repudio generalizado, López Obrador responde que es un buen gobernador. Porque lo dice él. Sólo por eso. Porque lo dice él. * * * En Morena no saben dirimir las diferencias al seno de su organización y sin que trasciendan a la ciudadanía. Ahora le expongo el caso de Clara Brugada, candidata al gobierno de CDMX, y Aleida Alavez, varias veces diputada, tanto local como federal, quien quiere la titularidad de la alcaldía Iztapalapa. La primera, matriarca política de la jurisdicción, no le perdona a Alavez que haya desplazado a Martha Ávila como coordinadora de los llamados Comités de Defensa de la 4T en la tierra de Cuitláhuac y, en cobro de tal factura, doña Clara ha dado instrucciones de crear comités y estructuras tanto de representación electoral como organizativas de cara a las campañas que terminarán antes del 2 de junio; desde luego con los costos políticos de duplicar el trabajo y los roces entre sus respectivos equipos. Mientras dirigentes de tianguis están amenazados con diversas represalias en caso de ser vistos colaborando con Alavez y para eso está Rogelio del Castillo, director Jurídico y de Gobierno de la alcaldía. ¿Será que por este estado de irritación que Alavez Ruiz permitió que diversos dirigentes de su demarcación fueran impedidos de acceder a su reunión top secret[A1] del pasado 3 de febrero en Rocío 83, su módulo de dizque atención ciudadana? Algunos otros literalmente fueron corridos de ahí mismo… Tal vez en honor al lema cuatrotero “no mentir, no robar y no traicionar”, deba informar a la ciudadanía que ella permitió tal vileza junto con su consorte Alejandro Ojeda, de no muy buena fama. * * * Y mientras las comadres pelean, ya quedó en evidencia el coordinador de la campaña de Brugada, Rigoberto Salgado, a quien con documentos en ristre se señala como benefactor de empresas de sus familiares hasta por 160 millones de pesos, tan sólo durante los pocos meses que estuvo en el gabinete de la ahora “corcholata” Claudia Sheinbaum. ¿Quién sabe con cuantos recursos públicos más las beneficiaría cuando fue alcalde en Tláhuac? * * * Y sigue la lista de asesinatos a quienes aspiran a un cargo público. Ahora, en Ecatepec, Estado de México, Jair Martín Romero Segura, quien se registró en el proceso de Morena para una diputación federal, perdió la vida. También falleció su hermano Joan Martín. La lista macabra también la integran Ricardo Taja Ramírez, precandidato a la alcaldía de Acapulco, Guerrero por Morena; Giovanni Lezama Barrera, secretario general del PAN en Morelos, fue asesinado en el municipio de Cuautla, donde fungía como regidor y estaba perfilado para contender por una diputación federal; David Rey González Moreno, aspirante a la presidencia municipal de Suchiate, Chiapas, por el Frente Amplio por México. Fue asesinado cuando viajaba en una motocicleta en la zona limítrofe con Guatemala; Sergio Hueso, aspirante a la candidatura de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Armería, Colima, asesinado a balazos; Miriam Nohemí Ríos Ríos, dirigente de MC en el municipio de Jacona, Michoacán. Fue asesinada a tiros en el municipio de Zamora cuando atendía su puesto de gorras; Marcelino Ruíz Esteban, perredista exalcalde de Atlixtac, Guerrero aspiraba a ser el candidato del PRD a la misma alcaldía. En el mismo ataque fue asesinada su esposa Guadalupe Guzmán Cano, consejera estatal del sol azteca. Ambos fueron emboscados en la carretera federal Chilapa-Tlapa; Jaime Vera, precandidato del PVEM a la alcaldía de Mascota, Jalisco, fue asesinado en el municipio de Zapopan; Juan Pérez Guardado, secretario de Desarrollo Social del municipio de Fresnillo, Zacatecas, fue asesinado. El hombre también era cuñado del senador Ricardo Monreal. * * * Y por hoy es todo. Reconozco se haya tomado el tiempo de leer este Índice Político. Y, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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