Los fiscales estadounidenses han solicitado que un tribunal condene al deshonrado magnate de las criptomonedas Sam Bankman-Fried a entre 40 y 50 años de prisión por un fraude masivo que costó a los clientes 8 mil millones de dólares, según mostraron documentos judiciales el viernes.
El fundador y director ejecutivo de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX enfrentará sentencia el 28 de marzo después de ser declarado culpable a principios de noviembre de siete cargos que incluyen fraude, conspiración y lavado de dinero.
«Una sentencia de 40 a 50 años de prisión… es necesaria para reflejar la gravedad de los crímenes del acusado», decía el memorando de sentencia de la fiscalía.
Según los informes, la defensa de Bankman-Fried había pedido una pena de unos seis años.
El fiscal Damian Williams dijo tras el veredicto que Bankman-Fried «perpetró uno de los mayores fraudes financieros en la historia de Estados Unidos, un plan multimillonario diseñado para convertirlo en el rey de las criptomonedas».
Graduado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y multimillonario antes de los 30 años, Bankman-Fried conquistó el mundo de las criptomonedas a una velocidad vertiginosa, convirtiendo a FTX, una pequeña empresa emergente que cofundó en 2019, en la segunda del mundo. -plataforma de intercambio más grande.
Pero en noviembre de 2022, el imperio FTX implosionó, incapaz de hacer frente a las solicitudes de retiro masivas de los clientes que entraron en pánico al saber que algunos de los fondos almacenados en la empresa se habían comprometido en operaciones riesgosas en el fondo de cobertura personal de Bankman-Fried, Alameda Research.
Algunos de sus asociados más cercanos testificaron durante el juicio que él fue clave en todas las decisiones que hicieron desaparecer 8 mil millones de dólares de su plataforma comercial FTX.
La testigo estrella en el juicio fue Caroline Ellison, ex directora ejecutiva de Alameda y novia intermitente de Bankman-Fried.
Ella le dijo al jurado que habían robado «alrededor de $14 mil millones» de clientes de FTX y que Bankman-Fried, como propietario de Alameda, «me ordenó cometer esos crímenes».
Ese dinero se utilizó para financiar acuerdos de capital de riesgo y contribuciones políticas, así como bienes raíces ostentosos en las Bahamas.
También se destinó a pagar decenas de millones de dólares a celebridades, incluidos Tom Brady y Gisele Bundchen, para obtener su respaldo a FTX, así como a comprar los derechos del nombre del estadio local del Miami Heat.
Bankman-Fried admitió durante su juicio que había cometido «errores», pero negó haber intentado defraudar a nadie.
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