Astrolabio Político
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Cometer un error y no corregirlo es otro error.” – Confucio.
La información oficial apunta a que la Inteligencia Naval pudo identificar y descubrir una residencia el pasado domingo 23 de junio en una residencia de alta plusvalía en la zona conurbada de Veracruz, en la que se almacenaba todo un arsenal.
Los datos ya confirmados apuntaban a un inmueble ubicado en el departamento 3, piso 1, del edificio ubicado en la calle Ballena número 116, esquina Mojarra del fraccionamiento Costa de Oro, de Boca del Río, Veracruz eran el lugar donde se almacenaba este poderoso arsenal.
Como era de esperarse los elementos de la Secretaría de Marina no especularon en ningún momento, e implementaron todo un mega operativo para realizar el cateo, sin saber realmente con que se encontrarán.
La Secretaría de Marina (Semar) informó que, en un operativo conjunto, logró lo que se considera un aseguramiento histórico en una sola acción, 279 armas de fuego, 861 cargadores, 14 mil 979 cartuchos útiles, así como aproximadamente 79 kilogramos de droga sintética conocida como cristal; todo ello, en un domicilio del municipio del municipio más moderno y desarrollado de Veracruz.
Se ha podido saber que fuentes gubernamentales señalaron que, de acuerdo con acciones de inteligencia, las armas serían entregadas a integrantes del Cártel de Sinaloa. Se especula que el armamento y la droga llegaron a través de una embarcación –de la que no se tiene referencia- atracada en el puerto de Veracruz, aunque no especificó la procedencia –pudo venir de EUA, Centroamérica, África-.
La SEMAR informó oficialmente que personal adscrito a la Tercera Región Naval con sede en el Puerto de Veracruz, en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Municipal de Boca del Río, llevó a cabo una operación que derivó en una orden de cateo ejecutada por la FGR.
“Ante el hallazgo del armamento y las sustancias antes descritas, se continuó con la implementación de los procedimientos pertinentes, poniéndo a disposición de la FGR el armamento y la presunta droga asegurada, para la apertura de la carpeta de investigación correspondiente”.
La SEMAR informó que “se mantiene a cargo de la guarda y custodia del inmueble en cuestión, toda vez que la autoridad competente realiza las pruebas periciales, pesaje y demás diligencias correspondientes.” Además, se continúa con labores de inteligencia para conocer la ruta que siguió el grupo que almacenó las armas y establecer el origen de las mismas.
Es relevante señalar, que información interna pudo precisar que en total fueron 279 armas largas calibres 5.56×45, .223, AR-15, M4, 40, 9 milímetros, .380 y .45, con 861 cargadores de los mismos calibres que fueron decomisados. Además de 15 cubetas de plástico color naranja, que tenía en su interior mil cartuchos calibres 9 milímetros, también 14 mil 357 cartuchos útiles calibre .40, 7.62×39 y 5.56.
De igual manera el informe interno reveló que se habrían decomisado 119 bolsas de droga, presuntamente cristal que en total sumaron casi 80 kilos; así como un poco más de medio kilo de cocaína en dos bolsas, más cuatro bolsas con droga de diseño color rosa, denominada “tusi” con un total de 845 gramos y una bolsa con 1 kilo 982 gramos de metanfetaminas.
Lo verdaderamente extraño es que el protocolo seguido por la SEMAR tardó cuatro días en hacer oficial el decomiso, en momentos en que Veracruz vive las postrimerías de un intento de crisis postelectoral en algunas zonas del estado.
Se sabe que los hechos ocurridos en Xalapa y Perote han sido inducidos; por la beligerancia de los manifestantes ocurrida en Totalco y la crisis provocada, se habla que uno de los planes rancheros de la oposición era buscar generar inestabilidad en diversos puntos del país en su afán de manchar la credibilidad de las victorias de Morena.
Porque en el absurdo siguen sosteniendo que la aplanadora que les pasó encima fue producto de un plan mefistofélico para asirse del poder y perpetuarse en él por lo menos en los próximos 30 años, algo que ellos mismos hicieron años atrás.
Dice el refrán popular que “cuando el río suena, es porque agua lleva”.
¿Será?
Al tiempo.
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