El aumento de los costes en el fabricante de automóviles está reduciendo los beneficios, lo que deja a Volkswagen ante «desafíos especialmente importantes», dijo el grupo en una nota interna vista por AFP.
«En la situación actual, ya no se puede descartar el cierre de plantas en los centros de producción de vehículos y de componentes», dijo Volkswagen en la nota enviada a los empleados.
Los sindicatos y los funcionarios del gobierno respondieron con alarma a la idea de cerrar plantas en el mercado local del grupo, una decisión nunca antes tomada por Volkswagen.
El anuncio de una de las empresas líderes de Alemania se suma a las preocupaciones del canciller Olaf Scholz después de que la economía nacional se haya visto afectada en los últimos meses.
«La industria automotriz europea se encuentra en una situación muy exigente y grave», dijo el director general de Volkswagen, Oliver Blume, en la nota.
«El entorno económico se ha vuelto aún más difícil y nuevos competidores están entrando en el mercado europeo», dijo Blume.
Las dificultades fueron particularmente agudas en Alemania, que «se está quedando cada vez más atrás en términos de competitividad» como lugar de fabricación, agregó.
«Como empresa, ahora debemos actuar con decisión», dijo el director general.
‘Insuficiente’
Volkswagen anunció el año pasado planes para un programa de ahorro de 10.000 millones de euros (11.000 millones de dólares) y ha anunciado recortes en su plantilla en los próximos años para mejorar la rentabilidad.
Pero el grupo dijo que ahora se requieren más medidas después de los decepcionantes resultados publicados en agosto que mostraron una caída de las ganancias.
El aumento de los costes y el enfriamiento de la demanda en China también significaron que el grupo tuvo que reducir sus previsiones de margen de beneficios para el resto del año.
A pesar de las medidas de ahorro de costes ya anunciadas, «los acontecimientos actuales en el mercado automovilístico y la economía alemana exigen más medidas», según el memorando.
El consejo de administración de la empresa había determinado que «las marcas dentro de Volkswagen AG deben someterse a una reestructuración integral».
«El objetivo debe ser optimizar los costes de los productos, los costes de los materiales y el rendimiento de las ventas, así como los costes de fábrica y de mano de obra», según el memorando.
«Las simples medidas de reducción de costes» ya no eran suficientes, continuó, mientras que el grupo dijo que estaba considerando recortes de puestos de trabajo que anteriormente no estaban en riesgo.
La necesidad de reducir aún más la plantilla ha obligado a la empresa a rescindir un acuerdo de protección del empleo que se había mantenido en vigor durante las tres últimas décadas.
Los representantes de los trabajadores reaccionaron con enfado ante el anuncio y afirmaron que se opondrían a los cambios en la empresa automovilística.
La presidenta del comité de empresa de Volkswagen, Daniela Cavallo, afirmó en un comunicado publicado por el sindicato IG Metall que el consejo de administración de Volkswagen había «fallado».
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