Mauricio Carrera
Soy sencillo y algo triste. Cuando cierro los ojos, la nuca de mi amada me recuerda. No creo en fantasmas pero sí en los escritores muertos que me hablan en sus libros. Me gustan los boleros porque mi alma es altiva como un requinto.
Tengo un hijo más alto que mis alegrías superiores. Aspiro a la vida junto al océano con permanentes ternuras, gratas melancolías y festivas borracheras. Deseo que mi madre se acuerde de mí aunque esté muerta.