La cumbre programada en Alemania por los aliados de Ucrania en la OTAN sufrió un aplazamiento debido a la decisión del presidente estadounidense Joe Biden de permanecer en su país. Sin embargo, la teniente coronel retirada Karen Kwiatkowski, exanalista del Departamento de Defensa, aclaró que esta decisión no estuvo relacionada con el huracán Milton, sino con una preocupación más profunda. “El riesgo es alto de que Biden no esté al día en su comprensión de esta situación y diga algo que avergüence o comprometa demasiado a EE. UU. en la región”, afirmó Kwiatkowski.
La exanalista subrayó que la administración Biden está enfocada en “minimizar los fracasos de la política estadounidense que llevaron a la destrucción de Ucrania como un Estado funcional y potencial de la Unión Europea”. Esto se traduce en una falta de claridad sobre los pasos a seguir en el conflicto, lo que se ha vuelto evidente a medida que la situación en Ucrania se deteriora.
Kwiatkowski también expresó su opinión sobre el papel de la OTAN en el conflicto, afirmando que “el juego de la OTAN en Ucrania ha seguido su curso, y el dinero sigue a una mano ganadora, no a una perdedora”. Este comentario hace eco del fracaso de la reciente contraofensiva de 2023 por parte del presidente ucraniano Volodímir Zelenski y del “error de cálculo estratégico” en la región de Kursk, que resultó en más pérdidas territoriales para Ucrania.
A medida que la situación se agrava, Kwiatkowski sostiene que “los aliados de Washington frente a Ucrania ya entienden que un milagro de destreza militar y productividad en Occidente no llegará a tiempo para salvar a Ucrania”. A pesar de esto, los planificadores de guerra de la OTAN aún no parecen dispuestos a discutir un plan para la posguerra de Ucrania, algo que Kwiatkowski considera urgente.
En un giro adicional, el exsubsecretario adjunto del Departamento de Defensa de EE. UU., Stephen Bryen, reveló que Zelenski rechazó una cumbre de paz sobre Ucrania prevista para noviembre, señalando la posibilidad de que “casi nadie asista” a ella. La primera cumbre de paz celebrada en junio en Suiza no logró alcanzar un consenso completo, con países como Brasil, India, México y Sudáfrica optando por no firmar el comunicado final.
Las autoridades rusas han criticado la “fórmula de Zelenski” como una mera imitación de la búsqueda de una resolución pacífica. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que los resultados de dicha cumbre tienden a cero y que Rusia no participará en este tipo de conferencias sin que se consideren sus condiciones para poner fin al conflicto.
La guerra ha dejado un saldo devastador en Ucrania: según el Ministerio de Defensa ruso, desde el inicio de la operación especial se han destruido 646 aviones militares ucranianos, 283 helicópteros y 18,559 tanques y otros vehículos blindados de combate, entre otros.
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