Héctor Calderón Hallal
La toma de protesta del cuadragésimo séptimo mandatario de la Unión Americana, Donald John Trump, a verificarse esta mañana en Washington, Distrito de Columbia, capital federal de nuestro septentrional vecino, habrá de marcar -indefectiblemente- una nueva vecindad entre los dos países otrora aliados por obra y gracia de la historia, de la geografía… y de los muchos ‘corazones púrpuras’ entregados a sus mejores hijos, que defendieron sin dudar ni un instante, los más álgidos ideales de la América y el mundo libre… frente a las acechanzas del fascismo y el nacionalsocialismo a las libertades por las que murieron nuestros antepasados, tanto estadounidenses como mexicanos… soldados aquellos, sin reparo en la nacionalidad, que dieron lustre y honor en el pasado, a la emotiva historia de amistad y alianza entre nuestros pueblos.
En esa nueva vecindad, los afanes de libertad, igualdad y democracia, han sido relegados por un misterioso como caduco afán conservador, en estos tiempos en que, precisamente, la grandeza de la Unión Americana, a juicio de nacionales y extranjeros -como el suscrito- no puede darse el lujo de asumir posturas de cansancio ni de conservadurismo alguno.
¡Cuantas veces los Estados Unidos de América fueron más revolucionarios, más liberales… más osados en el reto permanente a los límites impuestos por la inercia social, la conducta, la tradición humana, la naturaleza … o el creador mismo… fueron las mismas veces en que el mundo entero les ha tenido admiración… y hasta devoción por este gran pueblo de la Tierra!
La humanidad siempre estuvo pendiente de cada paso de los estadounidenses, gracias ese genuino liderazgo construido a base de honradez, disciplina, trabajo fecundo y honestidad de cara al resto del mundo… y ya no por un liderazgo mezquino a base de la expansión, el colonialismo o el imperialismo de otros siglos…
La convivencia de los americanos con el resto del mundo, la mayor parte del lapso transcurrido desde la mitad del siglo XX hasta el 2016, digamos, habría propiciado incluso una nueva frontera con los Estados Unidos Mexicanos, nuestro país.
Desde Dwight Eisenhower hasta William Clinton, las únicas fronteras que los Estados Unidos buscaron doblegar o vencer como país, fueron las fronteras inexploradas de la ciencia y el espacio; los grandes traumas provocados en algunas regiones del mundo por el hambre, la ignorancia, los prejuicios, la pobreza… y también los problemas propiciados por el excedente de riqueza y el desperdicio…
Las fronteras que Estados Unidos quiso explorar fueron también las de los problemas derivados de la guerra y la ausencia de paz, con un servicio diplomático ejemplar.
Sin embargo fue en el 2016, con el arribo en su primer período gubernamental de Donald J. Trump, quien esta mañana toma posesión de su segundo período en la Presidencia, gracias al sistema estadounidense que permite la reelección en aquel país, que en México y otras naciones del subcontinente latinoamericano y del mundo en general, han resentido el discurso de un gobernante americano dispuesto a responsabilizarlos de todos los males de la nación estadounidense, escudado en un tono totalmente ‘ultraconservador’, bajo el pretexto de la rentabilidad mediático-electoral… bajo la idea de que por ser un manejo disruptivo -y hasta exagerado- de la semiótica del mensaje, habría de surtir efectos ventajosos para la competencia electoral… como al final ha sido.
Nada nuevo tampoco, hay que decirlo en términos generales, según el comportamiento de los mensajes de los candidatos presidenciales que han resultado triunfadores en cada campaña electoral de nuestro vecino del norte.
Por ejemplo:
John Fitzgerald Kennedy, el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, fiel a su línea demócrata, difundió un discurso disruptivo para el año 1960 en que se presentó por primera vez en las urnas, tras catorce años de carrera en el Congreso Estadounidense… e hizo alusión por ejemplo, desde entonces y tal y como lo ha hecho insistentemente Donald Trump, tanto en aquel 2016, como ahora en el 2024 para su reelección, del abandono de los campesinos de sus tierras y sus granjas, debido a que, no obstante la revolución productiva (con tecnología e instrumental) como país, no habían sido capaces todavía de aprovechar esa explosión productiva de manera útil, ni de garantizar a sus agricultores una renta paritaria plena (ganancias y utilidad financiera).
Kennedy también reconoció desde entonces en sus discursos una explosión demográfica urbana que habría abarrotado las escuelas en todo el territorio nacional, abarrotando también sus suburbios y con ello, aumentado la miseria de los barrios bajos de aquel país… y consecuentemente, la violencia en las calles.
JFK se pronunció desde aquel 1960, por una revolución pacífica en favor de los derechos humanos, exigiendo el fin de la discriminación racial en todos los ámbitos de la vida comunitaria.
Reconoció aquel presidente americano descendiente de irlandeses durante su campaña, que una indiscutible revolución médica habría prolongado la vida de sus ciudadanos mayores sin proporcionarles la dignidad y la seguridad que merecían en esos años de vejez. Y que una revolución de automatización habría encontrado máquinas que sustituían ya a los hombres en las minas y en las fábricas de Estados Unidos, sin sustituir sus ingresos ni su formación ni sus necesidades de pagar al médico de familia, al tendero y al terrateniente.
En ese tenor han sido los discursos de Trump a lo largo de estos años en que ha andado en campaña…. Nada nuevo bajo el sol.
Solo que con un componente adicional: Donald Trump ha hecho un uso indiscriminado del tema de la migración ilegal a territorio estadounidense, no solo de ciudadanos mexicanos… sino de todo el mundo pobre.
A lo que ha sumado con un notable prejuicio o afán de exageración, el hecho de que seamos “los mexicanos, los únicos y principalísimos responsables de los problemas de adicción en la Unión Americana, por el origen de las principales organizaciones o cárteles que producen, transportan o distribuyen drogas en el territorio americano…
Gracias a ese absurdo prejuicio, todos los mexicanos que están en territorio americano de manera ilegal son traficantes de drogas, de blancas, de armas, de órganos humanos…
… O lo más reciente es el vínculo que asigna a los paisanos en EEUU por su ingeniosa e “intuitiva” cabecita, el cuasi octogenario mandatario americano, surgido del sector patronal empresarial: ”son los principales detonadores del delito o del desorden público”.
Por lo que estos sofismas son el mejor pretexto para justificar pretensiones durante su anunciado segundo período de gobierno, en el que se inscriben estrategias ya advertidas al Gobierno de nuestro país que incluyen violentar la frontera con nuestro país e ingresar en territorio nacional a buscar y detener para llevar sustraído -que no extraditado- a cuanto individuo tengan ellos catalogado como “narcotraficante”…. Y lo que es peor aun en estos tiempos… como “narcoterrorista”… una estrategia por cierto, “en el marco de la coordinación con el Gobierno Mexicano”… colaboración por cierto -y hay que decirlo también- que el propio Gobierno de México ha cuestionado y reprochado… pues “no les avisaron que se llevaban extraditados a sus dos principales narcos (El “Mayo” y el “Chapito”) lo que detonó la más severa crisis de inseguridad… más bien de gobernabilidad en una entidad del noroeste mexicano, como lo es Sinaloa.»
Sí, de acuerdo… el mundo está cambiando. La vieja era está terminando. Las viejas formas de vida no sirven. Y aparejado a ese cambio de paradigmas en el mundo, donde el equilibrio de poder está cambiando, hoy surge un nuevo e impresionante competidor de los EEUU en el liderazgo económico, cultural, militar y político del mundo: China Popular.
Hoy, hay armas nuevas y más terribles, naciones nuevas e inciertas, nuevas presiones de población y privaciones. Por lo menos un tercio del planeta puede ser libre, pero otro tercio es víctima de una represión cruel y, la tercera parte restante se ve sacudida por las punzadas de la pobreza, el hambre y la envidia.
Pero además, hay un notable declive en la fuerza intelectual y moral del Gobierno mexicano, que arribó al poder en 2018 bajo la bandera de un movimiento de pseudoizquierda, que prometía amalgamar los valores del centroprogresismo y el nacionalismo más acendrados, bajo un esquema de estricto apego a la legalidad y a la moral republicana….
Pero que al paso de siete años de yerros y de desagradables sorpresas de parte del Gobierno a su población, entre las que destacan el asalto inmisericorde al espíritu constitucional mismo del país, borrando de “un plumazo” la división de poderes; solapando actos de corrupción megalómana de la anterior administración federal y autoasignándose por la vía de una interpretación legal torcida, una mayoría legislativa ficticia, arbitraria y abusiva, que no admite que la opinión de la minoría relativa, tenga la incidencia mínima en la deliberación legislativa.
El Gobierno de México, de extracción del movimiento denominado ‘Morena’, se ha vuelto contra el interés nacional y la población mexicana en general, como una auténtica plaga, sin La mínima autoridad moral de frente al discurso caduco y trasnochado del a partir de hoy presidente de la Unión Americana, Donald Trump.
Una podredumbre política que ha secado los afanes de fortalecer las instituciones con disciplina, con apego al marco legal y con visión de futuro que habían venido estructurando los últimos tres gobiernos anteriores al año 2018 en que llegó la izquierda al poder en México…. Estos últimos dos gobiernos encabezados por Andrés López Obrador (2018-24) y la actual mandataria, Claudia Sheinbaum,(2024 a la fecha), han desaparecido los órganos autónomos del Gobierno Federal y se han gastado todos los fondos de contingencia ahorrados en los últimos 30 años, a fin de “hacer caravana con sombrero ajeno y no dejar de aumentar los montos de dinero en efectivo a la población seleccionada por el mismo Gobierno en sus programas de asistencia social y que les ha garantizado el voto de refrendo desde 2018…
Asistencialismo con fines electorales… una notable forma de corrupción moderna.
El marasmo y el abandono a la tradicional energía de los trabajadores mexicanos se ha venido ralentizando… la dinámica social como la económica, han resentido la “modorra productiva” mexicana, gracias a estos programas asistencialistas que más allá de resolverles la vida a los pobres en México, estimados en 40 millones… los han acercado más al crimen organizado y sus ramas económicas filiales y les obligan a cubrir la necesidad de comprar sus propias medicinas y cubrir sus propias hospitalizaciones en caso de necesitarlas…. Pues las pensiones están por debajo de las necesidades sociales más básicas.
Hay una notable descomposición del tejido social en México… eso es innegable por propios y extraños…. En las carreteras y las calles de centros urbanos, violencia e inseguridad pública son el pretexto idóneo del presidente americano quien reforzó recientemente su idea de “intervenir o hacer algo en el vecino del sur, México, por nuestra propia seguridad» (de EEUU).
Sí… toda una plaga en la conducta de los mexicanos que se está filtrando en cada rincón de México, donde la mediocridad se impone… en la mentalidad de “el menor esfuerzo si al final, me darán lo mismo que al de a lado”. Que ha empezado a difundir incluso una confusión de entre lo que es legal y lo que es correcto. Ya son muchos mexicanos que han perdido su fé en nuestro país y las próximas generaciones; que han extraviado su voluntad y su sentido de propósito histórico.
De eso se aprovecha Donald Trump para amenazar … y humillar en general a cada momento la imagen de nuestro país, haciendo creer al mundo que México, siempre ha sido un país débil y sobredependiente de los Estados Unidos, su vecino del norte.
Hoy…. a partir de hoy, precisamente, la feroz campaña de expulsión de migrantes ilegales del territorio estadounidense podría dar inicio y la estrategia de intervención militar en territorio mexicano, calificada de “suave”, para detener y sustraer al sistema penal estadounidense a los capos mexicanos, al parecer también.
Hoy por tanto, la frontera se modifica … y la vecindad se ve también trastocada como nunca antes, solo después de la pérdida de territorios del norte mexicano en guerras y … en “compraventas”.
Aunque cabe señalar también que en los sueños de cada mexicano, la vida cambia de muchos modos posibles…
De hecho, los sueños, nunca son los que parecen…. Hoy Donald Trump le torna su terrible sueño o pesadilla…. en realidad a la mayoría de los mexicanos.
¿Qué hay en tu cabeza Donald Trump?… ¿Y qué hay en tu cabeza Claudia Sheinbaum?… Para los dos va dirigido el mensaje y el reproche.
Quizá… nunca se han sentado a negociar como es debido y a profundidad el problema que es común… no es solo un tema de frontera y vecindad… Es un problema de humanidad.
Otra cabeza por cierto…. muchas más cuelgan impunemente de los puentes y son entregadas en hieleras de unicel a sus deudos…
Los corazones de muchas madres están siendo destrozados ante estas deplorables escenas…
Aquel niño es arrebatado lentamente de los padres, mientras son privados de su libertad para matarlos y dejarlo en la orfandad… Y la violencia que causa hoy tal silencio…. ¿A quién debemos implorar?… Cuando como dice el poeta Antonio Machado… “de nada sirve rezar”.
Aunque como tú dices, Claudia…. Y como dijo mil veces tu antecesor: “no soy yo… es en tu cabeza, donde está esa violencia…con la delincuencia organizada y las armas largas automáticas, las bombas y los blindajes ….”
“No soy yo, también dijo Rubén Rocha Moya, el inefable Gobernador de Sinaloa, cuando resultó incriminado como responsable de la ola de violencia desatada a partir de la sustracción de “El Mayo” y “El Chapito” … y del asesinato del exrector y diputado federal Héctor Melesio Cuén (…) “Está en la cabeza de los enemigos de la 4 T esa ola de violencia…. Sinaloa está en paz y más próspera que nunca”.
Ahora tú gobernante americano… moderno… semi Dios incompleto en el performance de “su propia realidad”; falso profeta en ciernes… ¿Qué hay de todas las cosas que has dicho y dirás?… ¿Qué hay de todos tus sermones proféticos?… Simplemente tampoco muestras voluntad de arreglar el problema común, que se llama inseguridad pública, causado por la criminalidad y las adicciones…
¿Y para nuestros hermanos migrantes… qué propuesta de solución tenemos?
No era de hecho mi proyecto de vida convertirme en el problema que soy ahora, responde el migrante inocente.
Ese nunca fue mi proyecto… a mí me trajo el “progreso” hacia ti… tú no me encontraste… le dice el migrante al “primer mundo”.
Así que comencemos de nuevo, recordando por ambas partes que la civilidad no es un signo de debilidad y que la sinceridad siempre está sujeta a prueba. Nunca negociemos por miedo, pero nunca temamos negociar.
Donald Trump está equivocado… debería de volver a presentarse como sus antecesores… a vendernos la idea…. No a imponerse con neurosis y pretender aplastarnos con su fuerza”.
En eso radicaba la grandeza de EEUU…. En su fuerza negociadora … agotando su civilidad, antes de hacer uso de su fuerza.
Que ambas partes exploren los problemas que nos unen en lugar de insistir en los problemas que nos dividen.
Que ambas partes, por primera vez, formulen propuestas serias y precisas para la inspección y el control de las armas, y que, como dijo John Kennedy también, en un memorable discurso durante su toma de posesión….. “Hagamos de esta, una lucha contra los enemigos comunes del hombre: la tiranía, la pobreza, la enfermedad y la guerra misma… no una lucha entre hermanos”.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
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