HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Reforma Judicial: Habemus Judex
Inmovilizado —no encallado ni varado— en el muelle 36, entre los puentes de Brooklyn y Manhattan, NY, el buque escuela Cuauhtémoc tiene una imagen tristísima. Ante la tragedia, el gobierno de México no izó a media asta la Bandera Nacional ni guardó un minuto de silencio por los cadetes muertos. Se llama insensibilidad…
No fue el navío, no fue el capitán, ni fueron profesores y alumnos los culpables de la tragedia mortal, sino, como dijo Clinton a Bush padre: «La economía, estúpido», es decir, el gobierno de México. El gobierno lopezobradorista hizo oídos sordos cuando se advirtió que el barco debía detenerse, no se sabe si en definitiva o temporalmente para comprobar su estado mecánico. Antes y después del choque necesitaba mantenimiento y reparación.
Deporte nacional es echarle la culpa de casi todo al tejido social —hay que reconstruirlo, dicen—, cuando «Es el gobierno, estúpido», el verdadero culpable de cuanta calamidad se sucede en la metafísica geografía mexicana, por falta de previsión. El circulo vicioso comienza con un engranaje y termina con la conexión de la maquinaria gubernamental, del nivel más alto al nivel más bajo. Si una presidenta de la República pretexta, un regidor de mercados de cualquier municipio pretextará. La mimetización de los grandes males políticos y de gobierno es una concha con nata y miel al alcance de todos, llamada línea discursiva.
El buque escuela, fotografiado por residentes y paseantes, admirado en todo el mundo tras el incidente, es el retrato del gobierno mexicano: timón, casquillo de proa y las jarcias, mayor, trinquete y mesana, con las velas desgarradas. Empero, el buque llamado México, no va a la deriva, como podría suponerse, sino tiene dirección y rumbo: el desastre dictatorial ejecutado contra el pueblo por unos cuantos. Hundiéndose el país, en la recreación política, llamaron a votar el 1 de junio. ¡Viva la muerte!, gritó el Che Guevara.
No es divertimento que en redes le hayan colocado una gorra de capitán a la presidenta Sheinbaum y al expresidente López Obrador, conduciendo la abatida nave capitana, sino tristísima realidad. Lo único a la deriva es el pueblo de México, a merced y avasallado por un gobierno federal que ciertamente transformó la vida pública, para mal. Sin ser iguales que los anteriores regímenes —«No somos iguales»—, sino peores, se han convertido en lo que criticaban, como dice Pessoa en Poema en línea recta bajo el heterónimo Álvaro Campos: «Todos mis conocidos han sido campeones en todo».
letraschiquitas
El liderazgo cameral de casa consiguió consensuar la Reforma Judicial en abril, y ayer el director del periódico oficial Tierra y Libertad publicó los decretos que ponen hoy al magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, con los dos pies fuera de Leyva 7, al correrle la cortesía de callar enjuagues y pendientes en la administración de justicia tantas veces política y no jurídica, en su informe de actividades de horas atrás, ya sin fiesta porfirista millonaria, cumplimentándose así otro de los compromisos del margarismo ofertados durante el concurso electoral. En Gándara sin número saldrá humo blanco las siguientes horas —Habemus Judex—, dando por concluida la historia del palacio pálido de fondo negro, con un nuevo magistrado presidente con e o con a, que juramentará observar el constitucionalismo.