Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
“Todo pasa y todo queda/ pero lo nuestro es pasar”, dice el poeta Antonio Machado en sus Proverbios y Cantares, versos musicalizados por Joan Manuel Serrat. El sentido de la vida es así. Un día un papá ayuda a su pequeña hija a andar en bicicleta. Sin más preámbulos la suelta para que sola busque el equilibrio y el propio camino.
El tiempo pasa y un día el padre es diagnosticado con un cáncer fulminante que acortará su vida casi de manera intempestiva. Ahora será su hija, ya mayor, quien lo tomará de la mano y lo acompañará en el último tramo del viaje… “cuando de nada nos sirve rezar/ caminante no hay camino/ se hace camino al andar”.
Cantares es el título de la obra de teatro que obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido 2024. Sayuri Navarro (San Luis Potosí, 1991) es la dramaturga ganadora del certamen que organizan la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Veracruzana, instituciones que coeditan la pieza teatral ganadora y que está publicada en la colección Ficción.
Es un gusto que en el marco del centenario del natalicio de Emilio Carballido conozcamos la propuesta de una joven directora de teatro, actriz, dramaturga y performer. Sayuri Navarro estudió teatro en el Centro de las Artes en San Luis Potosí. Es becaria del programa Jóvenes creadores con la especialidad de dramaturgia, donde desarrolla el proyecto Cantares. También está al frente del proyecto Iyari, Teatro de la Vida.
Para el dramaturgo Jorge Fábregas, Cantares es un monólogo valiente “cuya materia prima es el sentimiento en su estado más puro”, donde Sayuri Navarro “logró sublimar una tragedia personal, la muerte de su padre, en un escrito valiente que toca sin contemplación el dolor emocional en carne viva”.
En la propuesta creativa de Sayuri Navarro, su monólogo que parte de una experiencia personal, está compuesto a la vez por varias voces que transitan en el tiempo. Es una necesidad de perseguir los sueños inalcanzables, por ejemplo, ir a España, y una muestra amorosa de la relación estrecha y profunda entre padre e hija donde ambos son los protagonistas de la trama.
Es vida y muerte, es gozo y ausencia, es pérdida y salvación a la vez, es la reafirmación de una gran amistad, es una invitación a la rebeldía cómplice y es llegar al final del camino donde el padre parte y la hija se queda en el frío de la soledad. Es una escritura que parte de las entrañas, de los recuerdos y de las grandes lecciones que se aprenden en la vida.
Es también el suplicio de días y de noches en el hospital que transcurren ante la falta de acompañamiento emocional por parte de médicos y enfermeras en esas horas densas que no abonan al buen morir ni a la paz de la resignación.
A lo largo de la trama los recuerdos de la niña de la figura de su padre son como un flashback en el que se develan claves como en las sesiones donde el papá les contaba el cuento de “El gigante egoísta” con varias versiones que en sí eran momentos de su vida
No es exagerado pensar que representar la muerte de un padre en una obra de teatro es un acto tanatológico que ayuda a sopesar el duelo, es magia y poder positivo, es una alquimia que fluye entre los actores y el público donde más de uno encontrará el punto de encuentro del consuelo.
Cantares es un espacio de refugio, es el encuentro inevitable con la muerte y una exposición de sentimientos que llenan de vida a la vez. Es la compañía amorosa que sobrepasa al dolor.
El director de escena Saeed Pezeshki escribe: “Cantares, un réquiem, obra y epílogo, de un amor ancestral. Leer la obra es una sucesión de memorias que levantan un paisaje de lo que se recapitula, lo que vuelve al presente y altera la lectura de una dimensión que habita el cuerpo”.
Cantares, de Sayuri Navarro, es una coedición de la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Veracruzana publicada en la colección Ficción, 84 páginas, 2025. Para adquirir este libro consulta: https://libreria.uv.mx/gpd-cantares-9786072621343…