HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Ahora, a Protestar Urióstegui por Agua
Era la campaña electoral de 2018 en Morelos: en el cuarto de guerra del candidato espurio Cuauhtémoc Blanco, los aires de Mirna Zavala eran de jefa. Con ella no había disputas de poder, porque ella lo representaba. Su cercanía política con «el Españolete» José Manuel Sanz le daba derecho a decidir, no siempre de forma atinada. Se sabía protegida…
Sanz era representante de jugadores de futbol, con una carrera técnica en agencias de turismo con promedio estudiantil de 6, pero para el futbolista-alcalde-candidato a la gubernatura era «como un padre». Así, un tanto más inteligente que su hijo putativo en futbol y política, Sanz fue presidente municipal de facto de 2015 a 2018, y mandatario de hecho de 2018 a 2021, hasta que lo destituyó otro gobernador de facto, Ulises Bravo. Sanz se enriqueció y anda de huidas desde entonces.
Zavala fue en el ayuntamiento la mano derecha de Sanz, más que de Cuauhtémoc. Con ella como contralora, la administración municipal no distrajo para beneficio personal de nadie, ni un quinto, aunque existió una red de extorsión desvelada por Diario de Morelos. La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, empero, encontró faltantes por al menos 200 millones de pesos en las cuentas públicas de 2016 y 2017. Ya en Palacio de Gobierno, Zavala —quien había dejado pendientes tres observaciones en el Instituto de Información Pública— fue la poderosa secretaria de Administración mientras Sanz la apadrinó hasta 2021. De ahí saltó al Congreso local, aunque no ganara en las urnas. El árbitro de mesa la hizo candidata y los tres años en Gándara sin número hizo campaña para obtener la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca, malogrando.
La secretaria de Hacienda 10 meses en el gobierno margarista, recién defenestrada por probables actos faltos de honradez como sugirió el zar anticorrupción Leonel Díaz, estaría ahora mismo sentada en un curul de San Lázaro, pero el cuauhtemato-ulisismo no respaldó sino a Sandra Anaya, la señora rica que compró «de buena fe» terrenos a precios de remate en Tequesquitengo, y que, según, ya regresó. Zavala encontró acomodo «por su experiencia» en el nuevo gobierno, pero no se sumó al proyecto genuinamente.
En 2024 los hermanos uterinos Cuauhtémoc Blanco y Ulises Bravo se deshicieron de Zavala, pero no del todo. Existen fundadas sospechas de que la maestra Mirna Zavala —nueve años trabajando con y para ellos— fue utilizada por la pareja tepiteña para que, desde dentro, ejerciera boicoteo a la administración González-Saravia. No hay dudas de tal lectura política, porque cinco meses no fluyeron los caudales públicos de forma normal, provocando cuellos de botella financieros de entrega de ministraciones institucionales y erogaciones por bienes y servicios, aunque el dinero estuviera ahí, escondido o mal utilizado.
letraschiquitas
El esposo de Mirna Zavala es director del Registro Civil. Se llama Israel Sergio González, y está su nombre en documentales por la adquisición de un terreno exclusiva zona para millonarios, sin la pareja serlo si a la declaración de bienes vamos. Lo que sí, entre tanto, el funcionario también debía renunciar o ser separado mientras la investigación***. El presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, que protestó contra su gobierno por no poder contra inseguridad y violencia, ahora debe marchar contra la falta de agua potable —ayer ahorcaron vecinos la zona del mercado central por ello— y después contra el comercio ambulante, las cantinas sin permisos y contra las extorsiones de vialidad***. Mientras el fiscal Alejandro Gertz va por el secuestrador Israel Vallarta, la nueva estrella de la Cuatroté, la embajada de EEUU en México anuncia la detención de al menos 26 narcotraficantes del grupo jalisciense de las cuatro siglas, siendo enviados inmediatamente a una prisión del país vecino.
