* Los que gustan de acrecentar sus fortunas, hicieron más dinero con el gobierno de la 4T que con los anteriores. Ellos sí vieron que todo era una fantasía para engañar primero a los pobres, envolverlos en el ensueño de que, ahora sí, serían tomados en cuenta
* Xóchitl Gálvez fue un espejismo favorecido por el propio Andrés Manuel. Negarle el derecho de réplica la encerró en una burbuja de fama, y ahí la dejó, flotando sin tocar tierra, sin palpar la realidad, sin conocer las verdaderas necesidades anímicas de esa población que se desea mantener bajo el yugo de la ilusión de la libertad
Gregorio Ortega Molina
La primera quincena del mes de septiembre debiera vivirse como una larga sesión de mística política. Subliminal, sí, pero los que gobiernan, en las escuelas de educación básica, en calles y avenidas -al menos en la Ciudad de México-, se empeñan en honrar la memoria -en el Zócalo incluyen la del patriarca AMLO, dispuesto ya a subir a los altares- de quienes se esforzaron por ofrecernos una patria, hoy tan desdibujada.
Debemos esforzarnos por establecer la fecha de la ruptura entre sociedad y gobierno. El mantra de que el pueblo manda o, al menos así lo pidió, es un engaño verbal cubierto debajo de los escombros fiscales dejados por los plásticos del bienestar. Comprar la voluntad electoral, adquirirla, forzarla, no es convencer para vencer, sólo es haber aprendido a servirse de esa debilidad humana que agobia a millones de mexicanos: la necesidad de dinero, para darse la ilusión de vivir, para engañar el hambre, para sentir que en realidad se deja de ser pobre.
¿Tenemos con qué celebrar los conocidos como días patrios? ¿Sentimos lo que es ser mexicano y el compromiso adquirido para hacer valer y respetar nuestros derechos? Lo pregunto a diversas amistades, la respuesta es descorazonadora: respondemos al gobierno con la misma moneda. Me dan a entender que así se comportan porque nuestros gobernantes propician esas conductas, y no entendemos que quienes mangonean en este país son lo que buscan e imponen un desaliento generalizado, astenia ante la idea de organizarnos social y políticamente para exigirles el cumplimiento del mandato constitucional, no más, pero tampoco menos.
Seamos sinceros con nosotros mismos. Xóchitl Gálvez fue un espejismo favorecido por el propio Andrés Manuel. Negarle el derecho de réplica la encerró en una burbuja de fama, y ahí la dejó, flotando sin tocar tierra, sin palpar la realidad, sin conocer las verdaderas necesidades anímicas de esa población que se desea mantener bajo el yugo de la ilusión de la libertad.
Los que gustan de acrecentar sus fortunas, hicieron más dinero con el gobierno de la 4T que con los anteriores. Ellos sí vieron que todo era una fantasía para engañar primero a los pobres, envolverlos en el ensueño de que, ahora sí, serían tomados en cuenta.
¿Cuántos terminaron en las fosas clandestinas, o reclutados por la delincuencia organizada, o de migrante legales e ilegales, porque los empleos en México, en esta ilusoria patria, son insuficientes para garantizar una vida digna? De ese tamaño es la 4T.
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@OrtegaGregorio