* Pero hete aquí que el loco hermoso también la puede pifiar, y se dejó ir con la finta de que la dupla de Jesús Ramírez y Jenaro Villamil eran suficiente pieza para llevar su imagen y su proyecto a los aposentos de la eternidad, la del poder político y económico, para trascenderse más allá de la historia. Para ellos, el bienestar es suficiente palanca para refundar la nación, sobre la idea de que nos dejaremos alimentar con la imaginación
Gregorio Ortega Molina
Como Ignacio Ovalle se ocultó debajo de las piedras y del manto protector del loco hermoso, evidentemente debieron sustituir Segalmex como la tapadera ideal para sus trapacerías, y decidieron desarrollar su propia marca, montada sobre la identidad de la institución y el plástico que les allega modestas cantidades primero a los pobres, montos fiscales que pierden poder adquisitivo a paso veloz.
Ahora se empeñan -y lo hacen de acuerdo a los cánones de la publicidad y la sugestión subliminal- en sambutir a sus adherentes su café, su chocolate y otros productos que pronto puedan vender para asegurarse la lealtad de los electores, pero les hace falta un Enrique Alonso bajo la identidad de Cachirulo o cachirul, para recomendarnos su “chocolatote”, aunque no exprés, sólo el del bienestar.
Los capitostes de la 4T están desbordados por una codicia ilimitada, como lo muestran sus “vacaciones” y sus asientos de primera clase, porque ya se dieron cuento que no pueden continuar con su disfraz de pobreza franciscana ni la honrada medianía juarista, están urgidos de alcanzar el prominente sitio que se prometieron y necesitan, pues para eso conquistaron el poder político, y saben perfectamente bien que para conservarlo requieren de esa riqueza que, ahora, no pueda escapárseles entre los dedos.
Son ingeniosos, no engañan, seducen, pues qué es el bienestar sino alcanzar un nivel de vida un poco o un mucho sobre la dignidad de los doscientos pesos en la cartera y un par de zapatos, y puede ser que lo logren, aunque hayan cometido el más grave de los errores, se olvidaron de la economía productiva, de la creación de empleos, creen que si todo lo controlan son inamovibles, mientras los nuevos integrantes de la Corte no se percaten de su verdadero poder, el que les confiere la función de TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.
Pero hete aquí que el loco hermoso también la puede pifiar, y se dejo ir con la finta de que la dupla de Jesús Ramírez y Jenaro Villamil eran suficiente pieza para llevar su imagen y su proyecto a los aposentos de la eternidad, la del poder político y económico, para trascenderse más allá de la historia. Para ellos, el bienestar es suficiente palanca para refundar la nación, sobre la idea de que nos dejaremos alimentar con la imaginación.
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