Ayer, el aún jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard señaló justo al momento de inaugurar el Congreso Nacional “La Nueva Justicia Penal en México: avances, retos, experiencias y perspectivas en implementación de un sistema acusatorio”, que la puesta en marcha del Sistema de Justicia Penal en el Distrito Federal o juicios orales costará del 2013 al 2016, tres mil millones de pesos año con año.
Espero que con tan elevados recursos destinados a esta empresa, las situaciones anómalas que se viven en el sistema de juicios orales en el Estado de México, no se repita.
Los mexiquenses, fueron en el país los primeros que aplicaron esta técnica de los juicios orales que ha llevado en muchos casos a que los testigos, los litigantes y los propios jueces desdibujen su verdadero valor de acción –o en su caso inacción– en la solución de una querella o crimen.
La primera falla que veo en esta situación de que los implicados se sometan a un juicio oral, es que en caso de darse en forma todos los tiempos para la presentación de pruebas y en su caso de testigos, los implicados ven como sus defensores, pasan a ser meras figuras decorativas en las mismas audiencias y las decisiones provisionales de los jueces pueden ir en contra de toda imparcialidad y legalidad.
Súmese a lo anterior, que dizque para que los jueces no se corrompan, estos nunca son los mismos en un mismo caso. Por lo que en cada audiencia, el juez en turno trata de entender de qué se trata el asunto y desconcertado él, muestra su confusión en el caso llegando incluso, a regresar por su mandato a inicios un caso andado e incluso, a afectar aún más, a las verdaderas víctimas.
Como en todo, hay jueces nefastos o poco comprometidos con su trabajo; pero también los hay y muchos, quienes hacen su trabajo con el mayor compromiso y profesionalismo, pero la rotación de jueces en cada caso, da al traste con todo el conjunto que supone impartición de justicia.
Ya que Marcelo Ebrard dice que la implementación de juicios orales en el Distrito Federal no se hará de forma precipitada, ni irresponsable, bien valdría que escuchen lo que se tenga que decir al respecto a quienes tengamos que aportar con nuestra visión y experiencia, y que incluso los jueces, los secretarios de juzgado, los proyectistas y los propios defensores hablen del verdadero asunto de la corrupción que impera en los juzgados y de cómo se amenaza incluso a aquél que intente hablar hacia afuera de todas las irregularidades y anomalías que suceden al interior de cada juzgado.
Acta Divina… El jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard, advirtió respecto al tema de los juicios orales en la entidad que aún gobierna lo siguiente: “Más o menos estimamos que todo esto va implicar un esfuerzo (…) Que será uno de los programas más complejos y que no debemos hacerlo de manera precipitada y mucho menos irresponsable”.