Que SI, que NO… La absurda postura de la Cámara de Representantes en el Congreso de la Unión ante la reforma migratoria.
Pareciera un juego de soccer el peloteo que se traen los en la cámara baja con el congelamiento a la iniciativa de reforma de Ley de Inmigración. Ya pasaron más de 8 meses desde que el Senado la aprobó y, hasta el día de hoy se mantiene en el archivo “Z” del Congreso, durmiendo el sueño de los justos.
Valerie Jarrett, asesora del presidente Obama, señaló durante una entrevista con el respetable medio informativo, “The Christian Science Monitor”, que ahora si se podría aprobar la citada iniciativa. Que sucedería al final del presente año. El argumento lo basa por la estrepitosa caída del líder de la mayoría de los representantes, el republicano por Virginia Eric Cantor. Quien perdió la primarias en su distrito, contra el candidato del Tea Party de cuño más liberal, el archí desconocido profesor David Brat.
Si la tendencia del electorado es cada vez más liberal, el GOP (Grand Old Party) deberá actuar en consecuencia, aunque sea solo por guardar la apariencia. Postura cómoda para hacerse de adeptos de cara a las elecciones intermedias del 2015, y las presidenciales del 2016. Consientes que más del 70% de los ciudadanos están de acuerdo en la reforma.
Del otro lado de la arena política, se encuentra el presidente de Cámara de Representantes, John Boehner (R- por Ohio), quien mantiene que no se puede confiar en el presidente Barack Obama, al que, en fecha próxima, demandará ante La Suprema Corte de Justicia por violar la Constitución, como resultado de las Acciones Ejecutivas que ha firmado como por la inacción de la mayoría republicana en la casa de los representantes.
La realidad es que no pasará nada hasta la próxima administración, claro, de ganar las elecciones presidenciales los republicanos, de lo contrario, estará por verse la aprobación de la tan cacareada reforma.
El ejecutivo esta tan claro de la posición de los republicanos que instruyó al departamento de seguridad nacional (Deparment of Homeland and Security) a dejar el tema por la paz, conoce que tendría un alto costo político, el cual no está dispuesto a pagar, en especial por los ataques permanentes a la controvertida Ley de Salud. Su legado histórico.