Decepcionante el regreso del PRI

Quienes votaron por el regreso del PRI en el 2012 no tuvieron la culpa. Lo hicieron por una marca de probada experiencia en el ejercicio del poder. Lo hicieron para hacer a un lado a los panistas provocadores que sumergieron al país en un baño de sangre y que no pudieron lograr índices de supervivencia en el crecimiento del país y del empleo.

Quienes votaron por el regreso del PRI en el 2012 no tuvieron la culpa. Lo hicieron para reprobar el trabajo de los estúpidos, para defenestrar una manera de gobernar cínica y pudibunda, de ‎una caterva de mentecatos persignados y avorazados, con pareja presidencial incluida, que estuvieron a punto de liquidar toda esperanza.

Tenían razón en sus fundadas expectativas. Confiaron en que, con el PRI, iban a regresar al poder los dinosaurios de colmillo retorcido, para quienes El Sistema no tenía secretos y que “sabían cómo hacerlo”. Pero…

Quienes votaron por el regreso del PRI en el 2012 no tuvieron razón en el resultado. ¡La decepción ha sido monumental!

Una vez electos, los neo priístas se posesionaron de los cotos del poder en diversos rumbos de la ciudad, y ¡oh, sorpresa!, empezaron a llenar las oficinas con chavitos con trajes carísimos y carros importados comprados por papi, egresados de escuelas confesionales, desconocidos, hijos de influyentes chichimecas e ignorantes, de cabo a rabo, emisores de una especie de lenguaje labiodental de yuppies.

No se distinguía un solo rostro de los consagrados, de aquellos representantes de las tribus priístas, por los que verdaderamente se había votado en el imaginario entusiasta. Los mayores fueron desplazados y, finalmente, injustamente olvidados‎. Ahora, los propios fracasados en los dos años de “gobierno” los añoran. Pero como no los conocen, ni saben de qué están hechos, no saben cómo disculparse.

Los priístas expertos están muy bien cotizados no sólo en este país, también en Washington, Nueva York, Bruselas y Londres. Forman ,sin lugar a dudas, una casta de lujo, heredera real de los que, sin petróleo, ordenaron los sectores de la economía y el mercado interno, logrando durante tres décadas índices de crecimiento económico que en la actualidad sólo los chinos pueden presumir.

EL SEXENIO, EN ETAPA TERMINAL

Aquella clase priísta logró un sistema político cohesionado, con variables identificadas, lenguaje propio y modos y maneras jerarquizadas para dar cauce a las soluciones adecuadas, en los momentos oportunos, en las dosis requeridas.

“Torearon” a líderes de la oposición obrera, agraria, magisterial, popular de súper lujo, de los que ya no existen, no las marionetas de los nuevos partiditos, a los que les dan todo antes de que lo pidan. No a los del #YoSoy132 que no representan ni corriente, ni ideología social. No a los descastados de los partidos orgánicos de la actualidad.

Líderes africanos, asiáticos, europeos y latinoamericanos, de nacientes y viejas repúblicas venían a México a tocar a los mandatarios, para ver si eran de carne y hueso, a aprender las técnicas y los sistemas de gobierno priístas, que eran icónicos en el mundo.

Hoy nos visitan sólo coleccionistas de carros antiguos y de recopiles relojeros, tratantes de carnes humanas, hábiles chamarileros y truchimanes que vienen a ver qué pescan o a qué traidor se encuentran, traficantes de droga y de recursos naturales y especies silvestres, novelistas de dramas criminales que quieren enriquecer sus relatos… entre otros especímenes. Más ofensivos a la pobreza que una carcajada hipócrita de Pepillo Origel, auténtico cronista –región 4– de nuestras miserias. Sólo lo que nos merecemos.

En la versión del mundo según Los Pinos, los críticos somos resentidos; los ciudadanos, ignorantes. En su inconsciencia involuntaria (en realidad se llama ignorancia), ellos creen que siguen “moviendo a México “, destinando gruesos flujos del presupuesto público a financiar propaganda de oro puro que mucho ayudará a la oposición silenciosa y corrosiva.

Para los observadores desinteresados, el sexenio se encuentra en su etapa terminal. Es un agónico al que no le han dicho la verdad, o peor, que no la quiere oír‎. Nadie quiere estar en los últimos meses de Peña Nieto. Pronostican el derrumbe total. En nuestros vecinos hay temor, por aquello de las repercusiones.

FRACASO EN TODAS LAS ÁREAS

A veintidós meses, la destrucción de Pemex es un hecho consumado. El hueco financiero de la empresa “productiva”‎ (jejeje) asciende a doscientos mil millones de pesos… y todavía no entran al juego –ni entrarán– los supuestos competidores. Sólo han perdido el dinero jugando “a las comiditas” entre ellos, sin posibilidad de recuperarse.

Las cifras de Hacienda, por los suelos. No se sabe de dónde sacarán los impuestos, en un país que, ante sus amenazas fiscales, ha optado por vivir en las profundidades colchoneras de la economía clandestina. Nadie pide factura, nadie usa el crédito. La solidez se desbarranca. El dinero nacional, en los paraísos fiscales y apostando por empresas y bonos de deuda extranjeras.

Osorio y Chuayffet, entre otros, inmovilizados, catatónicos.

La economía en caída libre. El prestigio de nuestras instituciones, pasando aceite, a punto del colapso total‎. Los empresarios, desconfiados, esperando el momento del wild pitch para correr a otra base.

El proyecto del ferrocarril transístmico es ya un sueño de opio. Las supuestas inversiones de las compañías extranjeras ya causaron una pavorosa inflación en las regiones petroleras de la costa del Golfo, aun antes de llegar. El PRI, más perdido que un gusano en gallinero. Los gobernadores, esperando la hora de voltearse y jalar para su santo.

“El Piojo” Herrera sigue, reloaded, en su papel de asesor financiero estrella de los negocios inmobiliarios de Banamex (?) El proyecto extra terrestre del aeropuerto de seis pistas, continúa, alentado sólo por las constructoras beneficiadas, sin ningún pudor de Nación. Simplemente, crapuloso, impúdico, criminal.

Un sexenio en agonía, pues…

Índice Flamígero: En momentos en que todo el mundo pone en tela de duda el papel del Ejército, y los mismos señores del partido de la guerra, el Demócrata de EU, a través de su medio preferido, el The Washington Post, hablan en su editorial que México ha pasado del “mexican moment” al “mexican murder“, aquí en este corral sacamos la burra a retozar. Al buen entendedor, pocas palabras. ¿Qué los fruncionarios no se dieron cuenta que los organizadores internacionales de las brigadas médicas contra el ébola en África no aceptaron un solo facultativo mexicano por compasión? Ante el temor que les despertó el que quisiéramos colaborar, prefirieron aportáramos una suma millonaria en dólares, pues pronosticaron que nuestra brigada, a su regreso, iba a infectar a todo el Continente, según los corresponsales consultados. En momentos en que se duda seriamente de la capacidad operativa del Estado –o lo que de él ya quede– cualquiera coincidiría en que es necesario abrir un espacio de reflexión para diseñar estrategias de renuevo, en lo que se pueda salvar del equipo, que alienten un esfuerzo de reestructura y no estarse solazando en la mediocridad del mensaje televisivo o en el autismo que festeja lo inasible e inexistente, ¿no cree usted?

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