Aunque Pese
Por Salvador Martínez G.
En concordancia con el endurecimiento de la política de Estados Unidos en contra de los países progresistas y de izquierda de América Latina y el mundo, la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) de ultraderecha, incrementó su activismo.
En México, la CPAC, está encabezada por Eduardo Verástegui, el frustrado aspirante a candidato presidencial, pues no logró ni el 15 por ciento para poder registrarse como candidato independiente, tal como lo exige la ley.
No obstante, Verástegui busca un segundo aire bajo el impulso de sus patrocinadores de Estados Unidos de apoyar su ofensiva continental.
Para ello, preparó en México la próxima edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora para el próximo 24 de agosto de 2024, a la cual ha invitado al furibundo presidente de Argentina, Javier Milei, en abierto desafío al Gobierno mexicano.
Para nadie es un secreto las difíciles circunstancias en que se encuentran las relaciones entre México y Argentina, con un Milei que ofende a cualquier gobierno que no esté de acuerdo con él.
Para quien no lo sepa, la CPAC, es una agrupación política de origen estadounidense, que agrupa activistas sociales de posturas ultraconservadoras y actualmente se considera uno de los brazos políticos de Donald Trump, candidato presidencial Republicano de Estados Unidos.
La intención de Verástegui, sus patrones y sus secuaces, es alterar el orden político en México con la estridencia de Milei, con quien López Obrador no se reunirá cuando esté en suelo nacional, como ya lo dejó en claro.
Por fortuna, en México la derecha representa poco y la ultraderecha aún menos. Veremos qué logra el desesperado Verástegui.
SUSURROS
Por cierto, que Estados Unidos está cada vez más cerca de entrar en recesión, en un contexto de desempleo creciente y baja productividad.
Septiembre será el mes decisivo para determinar si el vecino del norte entra a recesión o no, y también si continúa con su política de descenso en las tasas de interés, como aliento a la inversión y el fomento económico.
El ambiente político electoral en EU no ayuda a la estabilidad económica, sobre todo por una posible victoria de.
A Donald Trump, tampoco le resultan alentadoras las tensiones económicas entre Washington y Pekín, ni los conflictos bélicos de Ucrania y Medio Oriente.
Tres meses difíciles les esperan allá, pero todo afectará también acá. ¡Cuidado!
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