Sarelly Martínez Mendoza
Hace un mes, Concepción Villafuerte, la directora de La Foja Coleta, asistió a la conferencia matutina de Palacio Nacional.
Aunque no planteó ninguna pregunta, después de la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, se acercó a Jesús Ramírez Cuevas, y lo cuestionó en clave chiapaneca:
–Y diay, ¿cómo aguantás esta chingadera, vos?
El vocero presidencial, quien vivió en San Cristóbal de Las Casas, y fue amigo de la familia Avendaño Villafuerte, contestó sorprendido:
–Pues estamos aquí puestos.
–Estás cabrón.
–Dispuestos al deber.
–No. Esto no es un deber. ¿Cómo va a ser un deber? Aguantar a este señor todo el tiempo –le contestó la irreverente periodista.
Como pudo, Jesús Ramírez se escabulló de la voz inquisidora, no sin antes decir: “No le creas a los medios de comunicación”.
Así era Conchita, que en realidad tuvo un nombre larguísimo: María Concepción Esperanza Villafuerte Blanco.
Doña Concepción Villafuerte, cabeza de una familia con mucha historia en el periodismo Chiapaneco
Hija de Enrique y Esperanza, creció en la calle doctor Navarro número 20, del barrio del Cerrillo, en San Cristóbal de Las Casas. Ahí cerca estudió la primaria, en la Escuela Josefa Ortiz de Domínguez; después ingresó a un instituto en donde se tituló como auxiliar de contabilidad.
Su carácter fuerte, decía, era herencia de su madre, quien al quedar viuda muy joven tuvo que armarse de coraje y rebeldía para alimentar a sus hijos. Esperanza Blanco se especializó en el lavado de trajes, que entonces, a falta de equipo de limpieza en seco, era una tarea compleja y delicada.
En su juventud, Conchita vivió una temporada en la Ciudad de México y otra más en Tuxtla Gutiérrez.
A los veinte regresó a San Cristóbal. Encontró trabajo como auxiliar de contabilidad en una empresa de transportes. Ahí conoció a Amado Avendaño, quien era empleado de hacienda del municipio.
En 1967 se casaron. Ella tenía 22 años y él, 30. Pronto tuvieron hijos. Ella decía que en tres años habían procreado cuatro, casi sin pausas. Completar la media docena sí les llevó más tiempo. Así les nacieron Elia, Amado, María Concepción, Amalia, René y Rita.
A la par de los hijos llegó otro miembro importante de la familia, el periódico El Tiempo, que informa y orienta, fundado el 6 de febrero de 1968.
Al convertir su casa en sala de redacción se involucró en el periodismo. Escribió sus primeras notas a fines de esa década y en la siguiente decidió crear Diario Hoy, que es una de las primeras publicaciones dirigida por una mujer en Chiapas, y que cesó en 1988, cuando el legendario semanal Tiempo se convirtió en diario.
Crítica del sistema político, de partidos de izquierda, del centro o de la derecha, Concepción Villafuerte Blanco deja un legado como activista y como periodista inconforme, rebelde y propositiva.
Se ha despedido del periodismo casi dos meses después de haber cumplido 76 años. Su fecha de nacimiento quedó marcada el 6 de marzo de 1946.
¡Descanse en paz a esta periodista insumisa, congruente e incansable!