Eduardo Sadot
El presidente es obstinado, el mismo se llama terco, su esposa le dice necio, los que lo admiran le dicen perseverante, algunos intelectuales le dicen persistente, a los que él ha llamado y puesto del mote de “adversarios” le dirán testarudo, pero la conclusión es que logra lo que se propone, y quién sabe si lo consiga. Lo que ha desatado la guerra en un hombre que al rendir protesta como presidente declaró “amor y paz” y algunos consideraron que se refería a todo el país, incluyendo a sus adversarios, pero no fue así, se refirió a la guerra contra el crimen y delincuentes, a ellos les ofreció amnistía, borrón y cuenta nueva, la pregunta siempre ha sido, a cambio de qué, tanto amor y paz.
Hoy la guerra en todo el país sigue y se extiende, a los periodistas, a los abogados, a los médicos, a los niños con cáncer, a los sacerdotes católicos, a quienes estudien en el extranjero, a los que él llama “fifís” menos a su familia, a todo aquél que se oponga a sus caprichos.
Pero recientemente los ataques a Alejandro Moreno (Alito) han escalado a mayores, Alejandro Moreno, político y abogado no ha cejado en defenderse, le abrieron un frente en su propio Estado para doblarlo, le habló el presidente obrador personalmente al Senador Osorio Chon exsecretario de gobernación de Enrique Peña Nieto, ordenándole que quitaran al presidente del PRI, éste bajo presión, aun cuando ha mantenido en el senado un perfil discreto y bajo, para no ofender al presidente, aparentemente por miedo, organizó a los senadores que fueron presidentes del PRI, para reunirse con Alejandro Moreno y en bloque exigirle la renuncia y Alejandro resistió. Luego filtraron amenazas de carpetas de investigación contra Enrique Peña, que luego se silenciaron, y todo porque el presidente quiere su reforma energética que le podría servir de base para negociar con Estados Unidos y desaparecer el INE para ser él el árbitro de la próxima elección y determinar quién gane, por supuesto que será quien obrador decida, pero lo peor sucedió cuando Alejandro Moreno reviró declarando Moratoria Constitucional, enfureciendo aún más para montar en cólera, con ira – uno de los siete pecados capitales que condena la religión de obrador – fue la declaración de Porfirio Muñoz Ledo al declarar al presidente obrador narco-gobernante – a nivel internacional – con todos los contactos internacionales de Muñoz Ledo, y sí que los tiene, fue entonces que él decidió no pensar como político – si alguna vez lo fue – y decidió usar todo a su alcance, toda la fuerza del Estado, a todos los fanáticos en su rededor para hacer la guerra contra Alejandro Moreno y la Alianza por México para deshacerla, para impedir que se consolide, a como dé lugar, dividiendo el entorno de Alejandro Moreno, lo mandó deponer de la comisión de Gobernación, con lujo de violencia, al más puro estilo de una tiranía con la protección de la guardia nacional, de la histeria presidencial, queda para la historia de México.
Hoy y afortunadamente la manera de conformar el grupo parlamentario del PRI, con una mayoría identificados con Alejandro Moreno, criticada en su momento, es la fortaleza del PRI, pues a diferencia de lo que pasó en el senado, en la cámara de diputados no están dispuestos a ceder a las pretensiones presidenciales y los diputados están asumiendo su rol de oposición. Pero aún falta la prueba del ácido, o “hazlo” pues seguro que los senadores y los diputados hoy están expuestos a los más fuertes cañonazos para voltear a legisladores contra su partido, contra sus electores y contra los mexicanos, vienen los cañonazos de millones, el ciudadano de a pie ni idea tiene de cuanto y cómo es eso, pues ofrecimientos para comprar sus votos a cambio de quinientos y hasta dos mil millones por diputado para que voten por desaparecer el INE y aprobar la ley de energía, así como usted lo leyó, los que presumen de honestos, si logran sumar los votos que necesitan, si se enferma algún diputado o senador o ceden a los caprichos de palacio, antes o durante la próxima sesión ordinaria del Congreso, veremos el tamaño del cañonazo de quien venda a su pueblo y su electores, que seguramente sino lo hacen o si lo hacen de todos modos pasarán a la historia, como honestos o traidores, millonarios, al tiempo, pero si sucede llegará el momento de investigar la fuente de sus riquezas y el origen de quien siendo también corrupto corrompió, por ganar elecciones. Pero a quien lo haga, ingenuamente se le olvida, que hay un brazo armado que le servirá para recuperar lo que dé, simplemente con señalar, dar aviso y secuestrarán a quien reciba esas cantidades y el gobierno lo recuperará, secuestrando o amenazando, de ese tamaño están las cosas en México, hasta ahí nos han llevado. Créalo o no, solo espere al tiempo y veremos. Es la guerra.
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