Eduardo Sadot
Ante un México en franca ruta a la ruina, con un partido en el gobierno que cuestionado en su composición ideológica apunta que invertirá cuantiosos recursos para comprar votos y mantenerse en el poder.
Ante este escenario el PRI encabezado por su líder Alejandro Moreno, recompone su estructura apostando todo a una nueva generación que nació y ha vivido bajo el gobierno de MORENA no obstante que el libreto propagandístico del partido en el poder, siguen con el tema de que ellos son el futuro y sus “adversarios” del PRI son el pasado cuando ya MORENA forma parte del pasado de las nuevas generaciones.
El PRI está conformando sus filas y militancia pensando en las nuevas generaciones que seguramente son quienes reconstruirán y recuperarán en algunos años, la viabilidad de México.
Con el atropello de la democracia, violentada con la compra descarada y corrupta de cuatro senadores y un ministro de la Corte MORENA consolidó su poder fundado en la configuración fraudulenta y corrupta de una mayoría alcanzada con amenazas y chantajes.
La lógica de la clase política falló. Siempre creyó que los cambios de gobierno irían en una evolución permanente, nunca imaginó nadie, que después de haber pasado por tres transformaciones bañadas de sangre, dolor y muertos las siguientes transformaciones serían para consolidar la ruta evolutiva del país. Nadie imaginó que después de las tres primeras transformaciones: las de Santa Ana, Porfirio Diaz y Victoriano Huerta, la cuarta transformación sería para cambiar la democracia por la oclocracia, que el artífice de esa cuarta transformación, volcaría su ignorancia y resentimiento sobre las instituciones conformadas para evitar la corrupción y la impunidad gubernamental, instituciones como los organismos autónomos constitucionales, que le han dado forma y consistencia al desarrollo sostenido de los mexicanos.
Nunca en la historia de México se había dado un estancamiento en la economía. Nadie hubiera creído que personajes corruptos desde el senado presumirían del operativo “corrupción cínica y descarada” presumirían en la cara de todos los mexicanos que alcanzaron sus propósitos, no, perdón, nunca fueron los propósitos de los actuales operadores políticos y encargados del despacho constitucional, fueron propósitos impuestos por el gobernante anterior y que cederían y obedecerían ciegamente a los caprichos sexenales de un gobierno teóricamente finalizado.
Para ése México se está preparando el PRI, para tener cuadros limpios juveniles que gobiernen al término de la pesadilla y destrucción nacional.
Alejandro Moreno es un hombre joven y conocedor de la política, agudo político sabe el “qué, cómo, cuándo y dónde” acuciosamente se prepara a realizar una estrategia que encumbre a la oposición y la militancia aún vigente.
Igual que en un principio, cuando ganó la elección de su partido fue señalado de egoísta, pero el tiempo le dio la razón, el PRI de hoy se está preparando para gobernar y seguramente el PAN como oposición y Movimiento ciudadano no se dan cuenta que incansable Alejandro Moreno, teje fino para las próximas elecciones y discretamente avanza en el proyecto de Nación, al que con el tiempo, como en el 24 para el futuro marcará la ruta de la oposición.
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