Documental Político
Emilio Trinidad
No ha sido suficiente que se preocupe más por los delincuentes que por los más de 120 mil asesinados y sus familias; tampoco que los ricos en su gobierno han incrementado sus fortunas y que los pobres se han multiplicado; que la economía esté más que estancada, el desempleo al alza, la falta de medicamentos de todo tipo en su peor momento, y que la corrupción sea evidente y mayor que nunca. Para la mayoría de mexicanos, que reciben despensas y apoyos económicos como si fueran pepenadores o limosneros, lo importante es comer en ese su día a día.
El presidente que minimizó la pandemia, que por su actitud y conducta ha cobrado la vida de más de 500 mil vidas en este país: que ha violado las leyes y las aborrece, que ha ordenado a sus empleados de primer nivel hagan lo propio para impulsar su ratificación y luego promover a candidatos de Morena; que ha sido un descarado defensor de dictadores; que ha denostado a instituciones educativas y peleado con médicos, abogados, empresario y periodistas, continúa inexplicablemente conservando altas cifras de aprobación, cuando su gestión al frente del Poder Ejecutivo federal, ha sido siempre errática, desordenada y sin rumbo, lo que debiera prender las alertas y focos rojos en todo nuestro territorio porque lo que viene es mucho peor.
El presidente López Obrador ya tiene a 15 gobernadores del lado de su movimiento y el próximo domingo acumulará más, porque sabe como pocos cómo comprar el hambre de los abandonados, aunque a estos los tenga en mucho peores condiciones que hace tres años, pero la entrega de alimentos, bolsas con tortas, tamales, fruta, jugos y dinero, es lo que a él le gusta dar y los otros desesperados y hambreados reciben y aceptan con gusto y sin chistar, ignorando que su condición conforme avance esta administración, será cada día más precaria.
Ha sido tanto daño hecho por los priistas y panistas a México, que parece no importarles a muchos ciudadanos todo lo malo que este vendedor de sueños y esperanzas nos ha obsequiado y seguirá regalando. Da la impresión de que estamos petrificados, o encantados por sus mentiras y dislates y seguimos en la inacción.
Parece que no nos importa que el tabasqueño nos dejará en los próximos años en las peores condiciones de vida para todos. Tenemos que tomar conciencia y hacer algo con urgencia.
La oposición, sobre todo PAN y PRI, que deberían pedir perdón, cambiar de rostros y conductas para tratar de despertar simpatías y la atención de los ofendidos e ignorados por el desquiciado presidente, se encuentra en el limbo, muda, congelada, asustada, y pierde día con día la oportunidad de sacudir conciencias y sacudirse a sus lastres para hacer un pacto con esa sociedad a la que le dio la espalda.
No han sabido aprovechar la fractura que viene entre los morenistas que han comenzado a darse con todo lo que encuentran y que de forma inevitable los llevará a la división, en esa torpe y estúpida sucesión adelantada que el sobrado presidente cree que fue buena decisión.
Serán seis estados los que decidirán su ruta el próximo domingo, y tristemente los votantes aún no se dan cuenta que en sus manos y sólo en ellas, se encuentra la decisión de su futuro.
Por más amenazas, chantajes o promesas falsas que les hagan, será su puño y conciencia, la que definirá si quieren continuar por la rápida ruta del fracaso y la confrontación nacional, o le dan una oportunidad a otra propuesta de gobierno. Ésta nos lleva a la descomposición en todas las direcciones. Ni duda cabe.
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