Cuando nos estábamos acostumbrando a ser Cubazuela, los opositores de AMLO salen con la noticia de que nos convertiremos en Estados Unidos. Ya es de risa, porque aprovechando la crisis de unas horas que hubo en el Capitolio, personajes “imparciales” -desde el presidente del INE hasta los payasos de Televisa- salieron en pelotón para gritar a los cuatro vientos que México corre el peligro de vivir lo mismo en caso de seguir con el mandato de su villano favorito, el actual Presidente de México.
Los análisis no importan y de las diferencias de ideologías ni se acuerdan. El chiste es hacer ver a AMLO como un peligro, ante falta de propuestas, de personajes con imán público y de un verdadero interés por el bien del país. La oposición sigue el mismo guion desde hace más de 3 sexenios, que dicta que su mejor estrategia es descalificar a AMLO en lugar de crear una verdadera propuesta que convenza al Pueblo.
Sin importar de qué lado del espectro político nos encontremos, esto nos debe preocupar pues demuestra que en México no hay un modelo alternativo al que presenta la 4T y tal escenario no pinta bien. Todo país debe tener al menos dos alternativas como proyectos de nación para, que sin importar la opción que sus gobernados tomen, ambas sean el camino para lograr el avance necesario que ayude a sus habitantes a conseguir el bienestar.
Como ejemplo hay un dato significativo en tiempos de covid-19. Hasta 2018, México contaba con 3,000 camas de cuidados intensivos en su sistema público de salud, lo que en proporción significaba menos de 3 camas por cada 100,000 habitantes. La OMS indicaba que debería haber 10 camas por cada 100,000 habitantes. En estos dos últimos años, se ha alcanzado a la cifra de 12,000 camas para cuidados intensivos. Independientemente de que haya sido por la emergencia de covid-19 o no, vale la pena reflexionar que en 70 años de gobiernos del PRI y 12 años del PAN no se haya realizado la gestión necesaria para tener un sistema de salud de acuerdo al mínimo recomendado por la OMS.
¿En serio en 82 años no tuvimos el tiempo y el dinero para tener camas de terapia intensiva suficientes para nuestra población?
Durante varios sexenios tuvimos excedentes petroleros que superaban los 400 millones de dólares, ¿de verdad no alcanzaba para llegar a los estándares sanitarios para que nuestra población al menos estuviera cubierta? No trabajaban en la prevención de la salud porque abandonaron por completo cualquier programa que lo beneficiara y dejaron la salud en manos de las grandes corporaciones de comida chatarra, pero al menos se hubieran preocupado por cuidar el sistema de salud correctivo.
Ese pequeño dato nos muestra que no hay propuestas, no existe ni existían proyectos para el bienestar del Pueblo. Las cifras y los estándares estaban ahí, pero no hicieron nada. Muchos ahora se están dando cuenta de las carencias con las que vivíamos, pero no son nuevas: ya hubo un tiempo y un presupuesto en el pasado con el que se hubiera podido terminar con esas carencias y no se hizo. ¿Qué les hace pensar que, de votar ahora por ellos, lucharán por subsanarlas cuando ni siquiera nos han ofrecido disculpas por haberlas abandonado? Eso sería reconocer sus faltas, sería admitir que lo hicieron de manera vil para favorecer a un sistema de salud privado – inalcanzable para la mayoría del Pueblo-. Ahora con la crisis de covid-19 se puede ver cómo ingresar a una clínica privada significa tener un gasto que en algunos casos alcanza los $100,000 pesos diarios de cuidados.
¿Cómo pretendían que con un salario mínimo de $80 pesos diarios alguien pudiera costear esos gastos médicos? ¡Son unos criminales! Uno no puede más que horrorizarse de imaginar una crisis como esta que estamos viviendo bajo un gobierno del PRI o del PAN.
Sigan gritando que seremos Cuba, Venezuela, Estados Unidos y mañana el próximo país que tenga una crisis, de cualquier manera: ¡NO volverán!
Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.