• Ya hay nueva ley de telecomunicaciones
• El segundo round: las leyes secundarias
El presidente Peña Nieto ya promulgó la reforma constitucional a las telecomunicaciones y la competencia económica; el acto protocolario se celebró en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad, a unos pasos de la residencia presidencial de Los Pinos, colindante con el Bosque de Chapultepec en ciudad de México. Pero terminada la fiesta de la promulgación, ahora viene la etapa más resbaladiza, la de la elaboración de las leyes secundarias que normarán el mercado, las relaciones entre el Estado y los concesionarios del espectro radioeléctrico, los usos y abusos.
Este mismo martes 11 de junio podría iniciar el plazo de 180 días para que el Poder Legislativo elabore la ley reglamentaria. O sea que la reglamentación podría quedar lista en diciembre, a más tardar el siete de diciembre, o irse al periodo legislativo a iniciarse en febrero del año venidero. Pero de todos modos, las comisiones de trabajo de la Comisión Permanente (formada por representaciones de ambas cámaras, cuando están en receso) – la de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia, y la llamada Tercera, la de Hacienda y Crédito Público, Comunicaciones y Obras Públicas – están listas para entrarle al toro, sobre todo al de las presiones de los más influyentes concesionarios de las ondas hertzianas.
Ya afinan su estrategia de cabildeo, los grupos de presión de los Azcárraga, de los Salinas, de los Ibarra, de los Vargas y del más poderoso de todos juntos, Carlos Slim, para convencer a los legisladores de las ventajas de reglamentar la ley a su beneficio. Las telebancadas que los oligopolios lograron incrustar en las cámaras obviamente que también pujarán por echar abajo asuntos no muy del agrado de los pulpos de la televisión y la radio, y de la telefonía fija y celular, que se colaron en la reforma promulgada hoy por Peña Nieto.
Como lo advirtió recientemente una experta – Beatriz Solís, de la Universidad Autónoma Metropolitana -, el reto de la reforma es la elaboración de la ley secundaria, en la que no se podrán dejar de lado temas tan importantes como fortalecer el enfoque social que tiene que ver con los medios de comunicación; la regulación de los contenidos; quién los va a regular; los derechos de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación; el derecho de réplica, que ya está en la Constitución, así como el equilibrio en la llamada industria de las telecomunicaciones.
Las comisiones de trabajo de la Comisión Permanente del Congreso tienen también que legislar sobre los tipos penales especiales para castigar las prácticas monopólicas en el mercado de la radio, la televisión y las telecomunicaciones en general. La ley secundaria incluye también la homologación del régimen de permisos y concesiones; el derecho de réplica y los principios para que haya competencia en radiodifusión y telecomunicaciones, entre otros. Ah, y la creación de las dos cadenas de televisión, una pública y otra para el sector privado, así como la integración del Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia Económica, órganos autónomos que serán fundamentales para garantizar la competencia en el mercado de las telecomunicaciones y la radiodifusión.
Pero los legisladores tendrán que estar con un ojo al gato y otro al garabato, para que los concesionarios poderosos no les metan ni un gol. Ni Televisa, ni TVAzteca, ni Radio Centro, ni MVS, ni el pulpo de las comunicaciones digitales y de la telefonía celular en buena parte del hemisferio occidenta, Carlos Slim.
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