Francisco Gómez Maza
• La economía mexicana está siendo “resiliente”
• La inflación le hace lo que el viento a Juárez
Las palabras inflación descontrolada y recesión económica no existen, por el momento, en el vademécum del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
En lugar de tales vocablos negativos se leen, en los “Informes sobre la situación económica, las finanzas y la deuda públicas, al primer trimestre de 2022, entregados por Hacienda el fin de semana: recuperación económica, finanzas públicas sanas, nivel de deuda sostenible, estabilidad macroeconómica.
Optimismo. Sólo optimismo, a pesar del complejo entorno derivado de los efectos de la pandemia y del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania. Y del “catarrito” de la economía estadounidense, la principal socia de la mexicana.
A pesar de que el comercio exterior mexicano esté profundizando su déficit.
A pesar de que la inflación continúe desbordándose.
A pesar de que la política monetaria de la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, no esté dando resultados positivos.
El secretario Ramírez de la O tiene otros datos:
La situación económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública no le quitan el sueño.
Jura que la economía está siendo “resiliente”, anglicismo que podría significar capacidad de adaptación de un ser vivo frente a situaciones adversas. Y vaya que la economía, aunque no es un ser vivo, está enfrentándose a situaciones muy adversas como la inflación mundial, o la ruptura de las cadenas de suministro, producción y distribución, o los efectos de la guerra junto al Mar Negro.
Obviamente que al doctor Ramírez de la O le toca hablar bien de la política económica, que él instrumenta por instrucciones superiores. Los resultados no pueden ser negativos. Claro. No pueden ser negativos.
Y hablando del comportamiento de las variables económicas durante el primer cuarto del año (enero-marzo), todo camina sobre ruedas. Ramírez de la O dixit.
El Producto registró un incremento de 0.9%.
Los ingresos del sector público fueron mayores a lo programado.
Los estímulos a las gasolinas han ayudado a contener el alza de precios.
El gasto público continúa enfocado al bienestar de la población.
Las participaciones a estados y municipios han crecido.
La deuda pública es sostenible.
Sin embargo, el problema central, el origen de todos los males de la economía y principalmente de los millones de pobres, es la escalada inflacionaria.
Si la inflación crece desaforadamente, el crecimiento económico entra en receso. Y la inflación ha crecido brutalmente. Bueno. Yo digo. Carlos Slim, el principal millonario de México, podrá decir todo lo contrario. Seguramente. A él no le afecta que el kilo de limones valga 105 pesos.
Por ello no es de fiar el optimismo en torno al comportamiento de las variables económicas en estos momentos de crisis mundial. Por eso el informe de Hacienda se queda muy, pero muy corto. ¿Engañador? El comportamiento de la economía es imposible de ocultar. La gran pobreza, menos. La riqueza y el amor, jamás.
Además, hay que recordar el axioma que dice, mitad en broma, pero mucho en serio, que, cuando a Estados Unidos le da un catarrito, a México le agarra una espantosa neumonía o pulmonía, como usted quiera llamarla.
Y los importadores de Estados Unidos ya están dejando de comprar productos mexicanos. Al rato ya no van a poder consumir aguacates, cuyo precio en México está por las nubes, por obra y gracia de las bandas de la Maña. Los automotores no pueden ya fabricarse y ensamblarse por falta de chips.
(https://www.analisisafondo.com/opinion/item/48187-el-comercio-exterior-profundiza-sus-d%C3%A9ficit-qu%C3%A9-se-hace-para-parar-los-feminicidios)
Pero tanto el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, como la doctora Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México, son muy optimistas.
El primero está seguro de que “la inflación tiene que arreglarse antes de que termine el año”. La gobernadora del Banxico la hace de sibila, asegurando que la inflación mexicana sólo crecerá 3 por ciento al 31 de diciembre venidero. Alguna divinidad la escuche.
La inflación aumentó en 7.72 por ciento en la primera mitad del mes de abril, el incremento en los precios más alto en 21 años. El INPC, que creció 7.27% en promedio durante el trimestre, sigue fuertemente presionada por diversos factores externos como los altos precios de las materias primas debido al conflicto bélico, el desabasto de insumos industriales y los desequilibrios entre la oferta y la demanda.
Bueno, pero quedan tres trimestres, en los que puede hacerse realidad el pronóstico de la doctora Rodríguez Ceja, aunque, de acuerdo conmigo, el futuro es impredecible, lo único cierto de él es la incertidumbre. Y su única certidumbre es que he de morir. Ni siquiera puedo saber cuándo ni cómo, o de que padecimiento, o epidemia, o pandemia. O usted qué opina.
A DESFONDO: Un dato interesante del Informe de Hacienda en torno a la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, al primer trimestre de 2022 es que. “… de acuerdo con el IMSS, la ocupación formal, al cierre de marzo de este año, el empleo se ubicó en 21 millones de trabajadores asegurados.
Esto significa un incremento anual de 980 mil empleos y una recuperación de 1.5 millones de empleos desde el nivel más bajo alcanzado en julio de 2020 por la pandemia de covid-19.