Dice la Tercera Ley de Newton que la fuerza que genera una acción produce una fuerza de igual magnitud y sentido contrario denominada reacción. Así debe leerse la renuncia de legisladores hidalguenses al PRI y al PAN –Efrén Salazar, Canek Vázquez, del tricolor; Jorge Humberto García, Humberto Cortés y Antonio Martínez Quintanilla del blanquiazul, lo mismo que Simey Olvera, del PRD, y Miguel Ángel de la Fuente, del MC– para adherirse al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Son los primeros de muchos más que en los próximos días se sumarán a las filas de ya sabes quién.
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Literalmente, en calidad de bulto regresó de su “puente” en Aspen, Colorado, Rafael Pacchiano Alamán, titular de esa entelequia que es la Semarnat, algo aí como Secretaría del Medio Ambiente (sic) y quien sabe qué más. Dice que le cancelaron el vuelo comercial en el que retornaría a la CDMX a seguir prestando sus invaluables servicios a la Patria y que, por tal, consiguió un “raid” en un Learjet, privado, con matrícula XA-USP, registrado a nombre de la empresa Personas y Paquetes por Aire, SA de CV, con sede en Zapopan, Jalisco, lo que hace sospechar que rentó la aeronave… a menos que sus propietarios de verdad sean buenos samaritanos.
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Con las siglas del PRD va al Senado la panista Xóchitl Gálvez. Pregunté: “Se va con las alforjas llenas?” La respuesta: “Corrupción, engaño, doble moral, nepotismo, nula atención al pueblo, obras inconclusas y resurgimiento de giros negros y construcciones fuera de la ley son los resultados de la administración como delegada en Miguel Hidalgo”. Malhablada, aunque hay quien diga que en fait elle parle français de Pigalle, la hidalguense es un monumento a la hipocresía, al acusar a sus antecesores en el cargo de lo que ella misma practica.
