Magno Garcimarrero
Hace muchos años leí en alguna parte algo sobre el beneficio y el perjuicio, que se me quedó como una lección de vida. El asunto es más o menos así:
-Si para lograr un beneficio propio, con tus acciones logras beneficiar a otros, significa que eres una persona compartida, altruista, bien nacida.
-Si para lograr tu propio beneficio, con tus acciones perjudicas a otros, significa que eres un aprovechado, egoísta, de quien no hay que fiarse.
-Si con tus acciones beneficias a otros, pero te perjudicas a ti mismo, significa que no tienes amor propio, que puedes ser víctima de aprovechados, que te falta inteligencia.
-Si con tus acciones perjudicas a tu prójimo, pero además te perjudicas a ti mismo, significa que eres una persona que cae en la perfecta definición de pendejo.
Todos conocemos a alguien cuyas acciones encuadran en alguno de estos apartados, eso nos sirve para acercarnos o alejarnos de nuestros conocidos, pero además, podemos introyectarnos, calificarnos y corregirnos si es necesario y estamos a tiempo.