homopolíticus
- Cierran la Puerta… y Candidaturas
Contra voluntad y apetito de Hugo Éric Flores —preferiría encontrar culpable a su cazado a beber una botella de vino Romanée Conti de la Segunda Guerra Mundial—, el indiciado Cuauhtémoc Blanco ganó otro miércoles de impunidad. Van cuatro.
Aun cuando el subprocurador de Justicia del estado de Morelos, Edgar Maldonado, envió el expediente —con correcciones y más amplio [«¿Es lo mejor que puedes hacer?», preguntó Kissinger sin haber leído un documento para firma]— hace dos viernes a San Lázaro, referente al ataque sexual del exgobernador a su hermana de padre, la Sección Instructora que preside Flores no sesionó por cuarta ocasión consecutiva, y no se sabe para cuándo lo hará.
A tres días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Hugo Éric perdió la oportunidad de empezar por hacer justicia a una mujer que debía defender, sea quien sea. La honorabilísima Cámara de Diputados —Monreal, Haces, Godoy, Napoleón, Gutiérrez Luna— habría enviado un poderoso mensaje de empatía, tan necesario estos años, aunque fuera de dientes para afuera, como acostumbran.
Mientras, el denunciado por el delito de violación en grado de tentativa y en peligro de perder la libertad se pasea en San Lázaro, echando rostro… de impunidad. Se sabe protegido. Presume en redes la aprobación de la reforma contra el nepotismo, del que fue rey en Morelos, el rostro lleno de marcas y expresiones que gritan y sugieren. La cara de impunidad, sin embargo —el rostro es el espejo del alma—, está a la vista de todos —ojos, boca, sonrisa, múltiples accidentes faciales—. Le gusta tomarse fotos y las comparte.
En china, dos profesores universitarios —¿alguien tiene su número telefónico o correo electrónico?— analizaron mil 856 fotografías de hombres entre 15 y 55 años a quienes no conocían, encontrando que 730 eran delincuentes. Sorprendente por el resultado perfecto. Los delincuentes purgaban condena o estaban prófugos. Los especialistas analizaron ojos, mirada, labios, sonrisa, gestos y marcas de la cara. La distancia entre los ojos y del labio superior a la punta de la nariz, fue determinante.
letraschiquitas
Unidad, unidad, lo que se dice unidad —ni lealtad, ni gratitud—, no la hay de los diputados federales por Morelos Sandra Anaya, Ariadna Barrera, Agustín Alonso y Juan Ángel Flores, que votaron sin chistar, no para 2027, sino para 2030, la reforma antirreeleccionista y contra el nepotismo propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum***. La diputada cuernavaquense por escrutinio proporcional Magda Salgado, que representa a Aguascalientes y que acomodó ayer la nota de ocho columnas en Diario de Morelos, con pase a la influyente página tres, siendo mensaje y mensajera, no asistió a esa sesión para no vender su alma —y candidatura—, al diablo***. La periodista Esther Montes de Oca [†] empezó durante el orteguismo a reportear y bien para Diario de Morelos, en Cuautla, su ciudad natal. Después la contrató El Sol de Cuautla, además de participar en noticiarios. Esthercita, como le decían, le dicen, sus amigos, fue honesta hasta en el pensamiento, hija y madre ejemplar que nunca dejó de sonreír.