La confronta que existe entre la Abogacía Independiente de la República y el Poder Ejecutivo Federal es de un pasado reciente. En estos enfrentamientos existen dos vertientes, la de los letrados que dicen es blanco y la de Andrés Manuel López Obrador que dice es negro; la veracidad no la pueden expresar conjuntamente las dos partes, toda vez que se sostienen opiniones contrarias; por lo tanto, una de esas partes sostiene una inexactitud, una falacia. Esto autorizaría a expresar a los hombres de buen pensar que lo que refiere el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos es un embuste, una irrealidad; pero, cómo los letrados dicen tener la razón —en cuanto a qué el ejecutivo no respeta la Constitución—, los hombres de leyes tienen el entendimiento, quiere ello decir que la autoridad sostiene en esos enfrentamientos causas jurídicamente perdidas.
En las referidas confrontaciones —eso se tiene que decir—, los togados sostienen tesis diametralmente opuestas a las de la Cuarta Transformación de la Nación, proceden, siempre proceden, de buena fé; porque esos letrados defienden la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la cual representa la verdad tal como se ve desde el ángulo visual del Estado de Derecho que rige a México.
En esa divergencia de opiniones siempre se apersona la balanza de la justicia, la cual es y constituye su símbolo tradicional, esa balanza con su mecanismo es la que va a decidir y decide cuál de las dos opiniones dice la verdad. La abogacía, por una parte, pone en su plato correspondiente la Carta Magna, la verdad y por sobre todo a México.
En el plato opuesto Andrés Manuel López Obrador en su carácter de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, pone su natural forma de gobernar, de pensar, es decir la manera de interpretar su combate a la corrupción, su simulado respeto a la ley y su deseo de dar continuidad a su proyecto de Nación.
El abogado, como jurista, tiene la virtud de descubrir y revelar los aspectos más recónditos y secretos de la verdad, hasta el punto de dar al profano, el cual carece de esa virtud, el conocimiento para actuar. La Abogacía Independiente de la República no altera esa veracidad, por el contrario, la dice y fuerte, no la oculta.
Esas son las dos vertientes que existen ante los ojos de nuestro México.
¿Cuál de esas dos posiciones traiciona la verdad? .
Los abogados que refieren que el ejecutivo protege a la narco-política o el presidente que dice que se deben de dar abrazos y besos a la delincuencia.
La Justicia, tiene la palabra y en su balanza se contiene la verdad.
Es cuánto
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C.