Eduardo Sadot
Con el modelo nazi de exaltar el odio y las diferencias, el modelo de Hitler y el nazismo, celebraron tácitamente, desde el gobierno, la muerte de más de doscientos mil mujeres y hombres mexicanos asesinados impulsados por el odio, el resentimiento, la vanidad del culto a la personalidad, de repetir hasta el cansancio – de los que quieren escuchar – y se solazan de escuchar ¡YO SOY HONESTO! Aunque las evidencias digan lo contrario. Cuando alguien dice o presume ser algo o alguien, es porque seguro no es lo que dice ser.
Siete años de un México dividido, engañado, azuzados por el odio y el resentimiento de un solo hombre, que contagió de su amargura a muchas personas, mujeres y hombres en todo el país, esos a quienes les explotó y estimuló sus odios y resentimientos que los convenció de que las culpas de sus desgracias fueron producto de un (PRI) partido y ya consolidado el odio sumo (PAN) a todo lo que se pudo (PRIAN) para hacerlos blanco de sus rencores y culpables de los males de México y dividió familias, amistades y vecinos igual que el fanatismo del futbol (amercanistas contra chivas) pero sembraron la rivalidad entre mexicanos, donde no necesariamente había división.
Con acarreados y viajes pagados, se celebraron siente años de deteriorar el Estado de Derecho, desapariciones de personas e instituciones que garantizaban la transparencia y evidenciaban señalando la corrupción, las desparecieron para consolidar la impunidad y el cinismo del nepotismo.
La presidente de México arengando dijo: “En estos días se ha demostrado que, por más campañas sucias que paguen en las redes sociales, por más compra de bots y robots, por más alianzas con grupos de interés en México y en el extranjero, por más consultores de comunicación que contraten para inventar calumnias y mentiras difundidas en algunos medios, por más intentos de hacer creer al mundo que México no es un país libre y democrático, por más comentócratas o supuestos expertos que inventen historias de ficción, por más alianzas (sic) que quieran tejer con el conservadurismo nacional y extranjero, por más que hagan todo eso: ¡No vencerán al pueblo de México, ni a su Presidenta!“
Las preguntas son: por qué se refiere a campañas sucias, llama campañas sucias por su “percepción o creencia” que la inconformidad en redes se debe a financiamiento de “la oposición” muy grave que crea eso, que falta de sensibilidad de la presidente, o qué empecinamiento y ceguera de no querer ver al México real. Luego agrega “…por más alianzas con grupos de interés en México y en el extranjero,” de verdad cree que la inconformidad que ha rebasado las fronteras de México, que ello son alianzas con ¿grupos de interés en el extranjero?
Si de verdad eso piensa o cree la presidente, qué le hace pensar así, con “rigor científico” – porque esa es su formación profesional – que no hay nada en México que haga pensar tan mal de su gobierno que orille a muchos mexicanos a tener esperanzas ¿en gobiernos extranjeros?
Qué mal (si es eso lo que cree o le han convencido y lo dice) si considera que los columnistas son pagados para mal informar de su gobierno, entonces no cree en la fuerza de comunicación y credibilidad de las mañaneras – instituidas por obrador, copiando lo que hacia Fidel Castro en Cuba y luego Chávez y Maduro en Venezuela – sostiene – que son historias de “ficción” y remata con que “por más que hagan todo eso: ¡No vencerán al pueblo de México, ni a su Presidenta!”
Cómo se arroga y suponen dando por cierto que “el pueblo de México la apoya” y qué los demás críticos e inconformes ¿no son pueblo de México? ¿que son para ella? marcianos, extraterrestres, ¿extranjeros? Por el simple hecho de que ella y el presidente obrador excluyen a todos los que no piensen como él.
Que no hay quien le diga que esas afirmaciones la hacen ver como cómplice de la delincuencia y del engaño y las mentiras que diario, durante seis años usó para engañar a los mexicanos. ¿Para eso fue el acarreo? Muy lamentable y débil se ve la figura presidencial encarnada en la primera mujer.
Todos siguen esperando que suma la presidencia. Pero todo indica que no, que no, que no le interesa encontrar verdades, solo encubrir mentiras y delincuentes, triste muy triste y malo, muy malo para nuestra Patria tener una presidente que sostiene que “no vencerán a su presidenta (sic)”. Pues a que vencidas esta jugando, a que demonios internos está obedeciendo, de verdad, que pregunte a “los sabios de palacio” si le pueden enseñar su perfil sicológico que cada vez es más preocupante, ¿conservará la cordura hasta el fin de sexenio? O dará rienda suelta a sus demonios. México necesita de la primer mujer presidente, que amé y rija a México más que verla sumisa y humillada ante un hombre, ante un caudillo perverso. Es esa la mujer que representa ¿a la mujer de México?
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