Por Claudio De la Llata
Muchos serán los argumentos válidos para decir que México tendrá un cisne negro, -escenario no deseado- para el 2024, año en el que las elecciones de Estados Unidos y México se concatenan y paralelamente, se retroalimentarán y causarán más estragos de lo previsto, todo esto que sucede cíclicamente cada 12 años, en cuyos panorama regionales hay una gran presión de exigencias de un país a otro, así de ésta manera habrá mucha más exigencia del partido opositor en el poder de los Estados Unidos (partido republicano), hacia el gobierno por el trato brindado a las autoridades en México y viceversa de tal suerte, que será un coctel explosivo el que pudiera incendiar la relación bilateral y más, pasar a palabras mayores, en donde la peor parte nos la podemos llevar los mexicanos.
Por principio hay que decir que no se sabe a ciencia cierta cuáles son los fines del intervencionismo norteamericano en ésta ocasión, se sabe por trascendidos que quieren evitar a toda costa que MORENA se reelija, pero no hay una oposición a la cuál alimentar, pues los partidos que dicen estar en oposición, se sabe de ellos, como entes intervenidos por el estado, teniendo a su caso más emblemático el Partido Revolucionario Institucional, que se ha convertido en la cantera de MORENA y de donde alimentan sus cuadros –expertos en mapachería por cierto- con el fin de ganar las elecciones sí o sí, a costa de cualquier medio.
Igualmente sucede con lo que queda del PRD, que se ha constituido en una rémora del PRI y del PAN, únicamente concentrada su dirigencia nacional en conservar el registro, para que su cúpula partidista prosiga en la dotación de dinero y canonjías, y no salirse del presupuesto, al igual que el PRI que se ha convertido en un partido bonsái, por decir lo menos…
Tampoco sobra decir que para todos los mexicanos, que el único partido de la oposición que se conserva en pie y con un buen número de voto duro, es el Partido Acción Nacional, y que sus comparsas simplemente se venden, cada que Andrés Manuel López Obrador así los obliga.
Pero pese a ello, hay posibilidades reales de que gane Xóchitl Gálvez, o de que pierda Claudia Sheinbaum Pardo, pero hay que decir que todo esto sucede, pese a los parámetros amañados de las encuestadoras, que cada día muestran más la miseria humana de la gran mayoría de los demoscopistas en México.
Pero si esto parece poco, se ciernen para México algunos escenarios muy complicados que son:
1.- que Andrés Manuel López Obrador, nunca midió correctamente la insatisfacción de Washington por la promoción velada a la migración ilegal a los Estados Unidos, por parte del gobierno mexicano, que en breve tendrá una respuesta del vecino del norte, contundente y dolorosa.
2.- el escenario que circula en radio pasillo, y que se ha contado hasta el cansancio y Paco Rodríguez ha publicado, de que posiblemente para los primeros días de febrero, la dirigencia de MORENA baje de la candidatura presidencial a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo y suban a Marcelo Ebrard para salvar la elección, la honra y algo más…
3.-el escenario de que supuestamente los norteamericanos tomen acciones contundentes contra muchos funcionarios de la 4T, por lavado de dinero y otros menesteres oscuros, que podrían empañar sustancialmente la elección presidencial del 2024.
4.-se espera una caída del peso que lo coloque por el índice aproximado de los 18.50 por dólar, en el mejor de los casos.
Por lo anterior, habrá que esperar a que llegue con fuerza el mes de enero, y atisbar que escenarios se presentarán, para llevar a cabo la mejor de las decisiones, mientras aprovecho para desearles a todos un feliz año 2024.